A veces la realidad da más miedo que la ficción, y lo podemos comprobar revisando algunas películas de terror basadas en hechos reales. Porque, en el mundo real, hay asesinos en serie capaces de todo, posesiones diabólicas más allá del escepticismo, cárteles de la droga aficionados a rituales satánicos, buceadores «olvidados» acechados por tiburones… y vividores sin escrúpulos dispuestos a herir a sus propios hijos, para fingir un fenómeno paranormal. La vida real es terrorífica, igual que estas 20 películas de terror basadas en hechos reales.

1 / «Psicosis» (1960)

La obra maestra de Alfred Hitchcock se basa en una novela de Robert Bloch («Pycho»), que a su vez se inspiraba en los crímenes de diversos asesinos psicópatas de la vida real. Pero especialmente en el caso de Edward Theodore Gein: un granjero de Plainfield, Wisconsin (700 habitantes) detenido el 16 de noviembre de 1957 por la desaparición de una ferretera de la zona. Gein había sido su último cliente: cuando fueron a interrogarle a su granja, el cuerpo de la víctima colgaba boca abajo del techo del granero como un trofeo de caza. Y eso no era lo peor.

Películas de terror basadas en hechos reales: "Psicosis".
Póster de «Psicosis».

En casa de Gein había restos humanos por todas partes. Lámparas elaboradas con piel humana, tazas hechas con cráneos, cabezas desolladas para extraer las caras y convertirlas en máscaras, cordones de las cortinas confeccionados con labios humanos cosidos entre sí…

Edward Gein sólo confesó 2 asesinatos, afirmando que la mayor parte de los restos humanos procedían de cadáveres robados del cementerio. Pero todo indica que mató a más personas, empezando probablemente por su hermano mayor, Henry Gein, cuyo cadáver apareció tirado en el campo, con indicios de estrangulamiento, en 1944. En aquel momento su muerte no se investigó. Pero a la luz de las revelaciones posteriores sobre Edward Gein, se sospecha que Henry fue eliminado por haber sido testigo de la relación edípica entre Ed y su madre. Lo que nos lleva de nuevo… a Norman Bates.

Ed Gein, el auténtico Norman Bates.
Ed Gein, el auténtico Norman Bates.

Pero más allá de «Psicosis», el caso de Ed Gein fue tan impactante que dio lugar a más películas… como veremos dentro de unos párrafos, en esta lista de películas de terror basadas en hechos reales.

«Psicosis»: disponible en Filmin.

2 / «Los pájaros» (1963)

Igual que «Psicosis», «Los pájaros» es una película de Hitchcock basada en un libro superventas (en esta ocasión, de Daphne DuMarier), basado a su vez en hechos reales. En 1961, en el costero pueblo de Capitola (California), en la bahía de Monterrey, grandes bandadas de gaviotas empezaron aparentemente a atacar a los humanos. Se lanzaban contra las casas, chocaban contra los parabrisas de los coches y vomitaban comida a medio digerir sobre quien tuvieran delante (o debajo). Pero ¿de verdad era un ataque?

Tráiler original de «Los pájaros» con el propio Alfred Hitchcock presentando su película.

Medio siglo después, en 2011, un equipo de biólogos descubrió una toxina en las algas de Monterrey que podía alterar el comportamiento de las aves. Les causaba amnesia, desorientación y convulsiones, tan intensas que fácilmente podían confundirse con «ataques». Un crecimiento descontrolado de esas algas, en 1961, pudo ser la causa de lo que entonces se interpretó como una «rebelión de los pájaros». La ciencia tardó 50 años en descubrir la verdad; Hitchcock tardó solo 2 en convertir esa historia en una de las mejores películas de terror de todos los tiempos.

«Los pájaros»: disponible en Filmin.

3 / «El estrangulador de Rillington Place» (1971)

«Era un vecino muy agradable, nadie podía imaginar que era un asesino». Es una frase casi cómica, de tan repetida en reportajes y documentales sobre crímenes. Pero se ajusta como un guante a los hechos narrados en «El estrangulador de Rillington Place»: excelente película de Richard Fleischer («Los vikingos») en la que hace de asesino el otras veces entrañable Richard Attenborough (el anciano señor Hammond de «Jurassic Park»).

Póster de «El estrangulador de Rillington Place».

En ese film, Attenborough encarna al infame John Christie: asesino de al menos 6 mujeres, incluida su esposa. Usaba el gas de su cocina para dejarlas inconscientes, las violaba y las mataba. Y no necesariamente por ese orden: la necrofilia fue uno de los crímenes que se le imputaron.

John Christie: el verdadero estrangulador de Rillington Place.

Su carrera criminal duró diez años, entre 1943 y 1953. Veterano de la Primera Guerra Mundial, Christie perdió la voz por heridas en combate. Hablaba sólo en susurros y jamás gritaba… lo que le ayudaba, por lo visto, a parecer inofensivo a ojos de sus víctimas (hasta que las atacaba). Una vez muertas, ocultó sus cuerpos tras una falsa pared de su propia cocina, en Rillington Place, en el londinense y bullicioso barrio de Notting Hill. A las pocas semanas de que dejara la casa, los nuevos inquilinos hicieron obras en la cocina y descubrieron los cuerpos. Se supo así que, después de todo, Christie no era un vecino tan agradable.

«El estrangulador de Rillington Place»: disponible en Filmin.

4 / «El exorcista» (1973)

Otra película de terror basada en una novela, que a su vez se basa en hechos reales. Hechos, como es habitual, convenientemente adaptados a las necesidades dramáticas de un film: en la vida real no hubo cabezas giratorias, ni lluvias de vómito, ni habitaciones que se volvieran tan frías como el Polo Norte. Y la niña poseída no era niña, sino niño. Pero aún así, el caso auténtico en el que se inspira «El exorcista» ya da miedo de sobra sin necesidad de añadir invenciones.

Tráiler original de «El exorcista».

El pequeño Ronald Edwin Hunkeler, de Cottage City (Maryland) tenía sólo 13 años cuando sufrió su presunta posesión, en enero de 1949. Su primera infancia la había pasado con su tía Harriet, espiritista aficionada, y solían jugar juntos… con una tabla de Ouija. Tras la muerte de Harriet (y tras haber «jugado» él solo con la Ouija), Ronald empezó a ser testigo y víctima de fenómenos extraños. Primero fueron golpes en los muebles y arañazos en los suelos; luego los arañazos aparecieron sobre su piel, formando letras. Y desde ese instante, todo fue a peor.

Ronald Hunkeler, el niño de "El exorcista".
En el círculo, Ronald Hunkeler: el niño de «El exorcista».

El niño de 13 años empezó a hablar en latín clásico, su cama se movía sola (esto sí, como en el film), su fuerza era tal que casi le amputa el brazo a uno de sus cuidadores al clavarle un muelle del somier de la cama. Hasta cinco párrocos distintos le atendieron, culminando su caso con un exorcismo en suelo sagrado: el hospital de los hermanos Alesianos de San Luis. El ritual duró un mes, hasta que el pequeño Ronald Hunkeler recuperó de repente la normalidad.

¿Posesión diabólica… o autosugestión? Recientes investigaciones dicen que la conducta del niño era consistente con un desorden psiquiátrico perfectamente «terrenal». Que quizá las letras sobre su piel no eran letras, salvo a ojos de alguien predispuesto a leerlas. Y que el latín que hablaba no era latín, más que para oídos sugestionados.

Películas de terror basadas en hechos reales: "El exorcista".
Póster de «El exorcista».

Realidad o sugestión, Ronald Hunkeler creció… y acabó siendo ¡ingeniero de la NASA! Participó en el diseño de los paneles térmicos que usó el Apolo XI para protegerse del calor en la reentrada en la Tierra. Y en la agencia espacial, nadie conocía su «exorcístico» pasado porque los informes originales del caso siempre hablaron de él con pseudónimo («Ronald Doe»). Pero aún así, contaba su viuda que Ronald Hunkeler pasó cada día de su vida atenazado por el miedo de que alguien descubriera que él era el niño de «El exorcista».

«El exorcista»: disponible en HBO Max.

5 / «La matanza de Texas» (1974)

Un año después de «El exorcista», el cine de terror se sintió obligado a subir el listón. Con una película «mainstream» llena de cabezas giratorias y vómito verde, el terror más «amateur» estaba autorizado, casi obligado, a ir más allá. O al menos, eso pensó el entonces joven cineasta Tobe Hopper con «La matanza de Texas»: personaje colgados de ganchos de ganado, brutales desmembramientos motosierra en mano… Y lo más curioso es que Hopper no tuvo que inventarse casi nada. Le bastó con acudir a una historia real, que ni siquiera era nueva para el cine: la historia de Ed Gein.

Tráiler de la versión restaurada de «La matanza de Texas» (1974).

Hablábamos hace unos párrafos de las lámparas de Gein, confeccionadas con piel humana. Pero eso era, quizá, lo menos inquietante de su «interiorismo». Había corazones y cabezas en tarros de cristal; también una especie de corsé, hecho con un torso humano recosido y transformado. Y en todas las habitaciones había trozos disecados de cadáveres, o conservados en frascos, convertidos en macabra decoración. Bueno, en todas las habitaciones, menos en una.

Películas de terror basadas en hechos reales: "La matanza de Texas".
Póster de «La matanza de Texas».

La habitación de su madre, de la que Gein cuidó con esmero hasta su muerte, estaba intacta. La cama hecha, la ropa recogida, el suelo limpio, una Biblia en la mesilla. Todo preparado por si algún día la difunta señora Gein regresaba de ultratumba con ganas de acostarse. Porque una cosa es asesinar y desmembrar a perfectos desconocidos, ¡y otra muy distinta es faltarle al respeto a tu madre! Seguro que Leatherface estaría de acuerdo.

«La matanza de Texas»: disponible en Amazon Prime Video.

6 / «Terror en Amityville» (1979)

«Terror en Amityville», de 1979, tuvo tanto éxito que ha generado 8 secuelas y un remake. Toda una industria del entretenimiento terrorífico, en torno al caso de la familia Lutz y de los fenómenos paranormales que experimentaron… o que dijeron haber experimentado. Porque la verdad y la invención se confunden en un caso que tiene, sin embargo, víctimas muy reales.

Tráiler original de «Terror en Amityville».

La dolorosa verdad con la que empieza esta historia es que el 13 de noviembre de 1974, en la mansión del número 112 de Ocean Avenue, en Amityville (Nueva York), fueron asesinados a tiros mientras dormían los 6 hermanos y los padres de Ronnie De Feo. Heroinómano y desequilibrado, el joven Ronnie se confesó autor único de los crímenes… pese a que era imposible que él solo matara a los 6, uno por uno, sin que nadie se despertara ni intentara huir. Por fuerza tuvo que haber tenido al menos un cómplice. Pero entonces, ¿por qué se le acusó sólo a él?

Fotos de la ficha policial de Ronnie De Feo.
Ronnie De Feo, detenido el 14 de noviembre de 1974.

Porque, allá en el 74, un culpable claro y un juicio rápido podían ayudar mucho a las carreras policiales y políticas de las autoridades de Amityville. De modo que la investigación dejó a un lado todas las aristas «complicadas» del caso (como que el padre de Ronnie trabajaba en ocasiones para la mafiosa familia Gambino, haciendo desaparecer cadáveres) y la policía local arrancó una confesión al sospechoso… probablemente a golpes. El índice de «confesiones voluntarias» en Amityville era del 97%; en el Bronx, del 33%.

Así, Ronnie de Feo fue declarado culpable de los 6 asesinatos, y aquí paz y después Gloria. Pero su abogado, William Weber, harto del evidente fraude de ley, tuvo una idea: inventarse un caso paranormal, con el que poder desviar las culpas. Y aquí entró en juego George Lutz, que poco después de los crímenes compró la mansión por un precio ridículo (80.000 dólares) sabiendo perfectamente lo que allí había ocurrido. Era su oportunidad para «hacer caja».

George y Kathy Lutz «venden» su historia en «Good Morning America».

Después de sólo 28 días viviendo en la casa, y en connivencia con Weber, los Lutz anunciaron a bombo y platillo que eran víctimas de apariciones fantasmales. Que la casa estaba maldita, quizá incluso antes de los asesinatos. Que allí se habían desatado fuerzas ocultas… que habrían podido, entre otras cosas, empujar a Ronnie De Feo a cometer sus crímentes.

Y el objetivo de ese anuncio era doble: proporcionar una coartada sobrenatural o como mínimo psiquiátrica a De Feo («las voces me obligaron») y hacer ganar una pasta a George Lutz, contando su historia y vendiendo sus derechos para toda una saga cinematográfica… con el siempre atractivo sello de ser películas de terror basadas en hechos reales. Empezando por «The Amityville Horror»; en España, «Terror en Amityville».

Películas de terror basadas en hechos reales: "Terror en Amityville".
Póster de «Terror en Amityville».

La realidad de este caso fue desvelada, en 2002, por el periodista Ric Osuna. Antiguo aficionado a lo paranormal y al caso Amityville en particular, Osuna conoció a persona a George Lutz, a quien cita diciendo ésto: «Aclarar lo sucedido no es tan importante como ganar dinero con futuras secuelas». Alertado (y decepcionado) por frases como esas, Osuna investigó a fondo y descubrió las irregularidades de la investigación contra De Feo, los tejemanejes de su abogado y las mentiras de George Lutz.

Todos ellos demandaron a Ric Osuna, y todos perdieron los juicios contra él. Las sentencias judiciales fueron demostrando, una a una, que Osuna decía la verdad, y que los demás mentían. La única realidad tangible, y dolorosa, era la tragedia de las víctimas: las 6 que murieron a tiros en la casa… y el hijastro de George Lutz, hijo de su esposa de una relación anterior.

El niño, Daniel Quaratino Lutz, tenía unos 10 años cuando su padrastro empezó a ganar un dineral contando en los platós su historia de terror. De inmediato, Daniel se convirtió en el «bicho raro» de su escuela, víctima de burlas y abusos. Pasó por decenas de colegios, lo metieron en un violento internado militar, lo «colocaron» allá donde pudieron, el niño se hizo más y más violento… mientras los Lutz estaban de gira por el mundo. Todo orquestado por George Lutz, a quien más tarde se acusó de maltrato psicológico y manipulación.

Tráiler de «My Amityville horror».

Hoy, Daniel Lutz es un adulto traumatizado, con décadas de infructuosa terapia a sus espaldas. Su dolor y sus traumas saltan a la vista en «My Amityville Horror»: interesantísimo documental sobre su experiencia infantil, su realidad actual y las incoherencias y falsedades del relato fantasmal de George Lutz. Después de todo, el padrastro de Daniel parece ser el verdadero monstruo de toda esta historia.

«Terror en Amityville»: disponible en Amazon Prime Video.

7 / «Poltergeist» (1982)

También en Nueva York y a sólo 25 minutos en coche de Amityville, en Long Island, es donde ocurrieron los hechos reales en que se inspira «Poltergeist». Tuvieron lugar a comienzos de 1958, cuando la neoyorquina familia Herrmann empezó a ser testigo de fenómenos que se ajustan a la perfección al significado de «poltergeist»: palabra alemana que podría traducirse como «espíritus ruidosos» o «fantasmas traviesos». Y es que, de repente, todas las botellas que había en la casa (de refrescos, de salsas, de agua, de productos de limpieza) se abrían solas y, a veces flotando en el aire, derramaban su contenido.

Tráiler original de «Poltergeist: fenómenos extraños».

No había sangre, ni muertos, ni vomitonas verdes ni voces demoníacas. Nada del «grand-guignol» de «Terror en Amityville» o de «El exorcista»: tan sólo «travesuras de fantasmas». Aceptando el origen sobrenatural de esas «travesuras», pueden parecer pequeñeces, comparadas con la muerte y la tragedia que hemos visto hasta ahora. Pero imaginen ustedes que les ocurre como a los Herrmann, que sólo entre el 3 de febrero y el 10 de marzo de 1958 contemplaron, a menudo acompañados por otros testigos, hasta 70 fenómenos paranormales en su casa. Ellos estaban aterrorizados.

La casa de la familia Herrmann.
La casa de los Herrmann, terreno de batalla para los «poltergeist».

La familia Herrmann trajo a su casa a investigadores de todo tipo para estudiar el caso, tanto a curas como a científicos. Y ninguno encontró respuestas claras. Llegó a sugerirse que las botellas que flotaban y se abrían podrían ser «reacciones telequinéticas al exceso de hormonas en la casa», emanadas por los dos hijos adolescentes de los Hermann.

La familia Herrmann.
La familia Herrmann.

Pero esos fenómenos, igual que habían comenzado, cesaron de repente. Al contrario que George Lutz, los Herrmann nunca intentaron ganar dinero de aquello ni comercializar su historia en modo alguno. Su caso no se hizo particularmente público hasta mucho después, y apenas se habló de ellos hasta el estreno de «Poltergeist». Y parece claro que, por la causa que fuera, sobrenatural, hormonal o de otro tipo, lo que los Hermann dice que pasó, pasó realmente.

Y eso da mucho miedo.

«Poltergeist»: disponible en HBO Max.

8 / «Pesadilla en Elm Street» (1984)

¿Una película sobre un asesino que se aparece en las pesadillas de sus víctimas y las mata de las más creativas maneras mientras duermen, puede estar basada en hechos reales? Por increíble que parezca, la respuesta es sí. Obviamente Freddy Kruegger no existió en la vida real, y un guante con cuchillos en los dedos no parece la forma más eficaz de matar a nadie, salvo que seas Lobezno. Pero el director de «Pesadilla en Elm Street», Wes Craven, se inspiró en un asombroso hecho real para crear su «pesadilla».

Tráiler de la primera «Pesadilla en Elm Street».

En 1981, nada menos que 18 refugiados laosianos en Estados Unidos murieron repentinamente, mientras dormían. En otra década, quizá en otro siglo, se habría hablado de alguna intervención demoníaca. En el mundo moderno se achaca su muerte al llamado, en sus siglas anglosajonas, «SUDS»: síndrome de muerte súbita sin explicación. Dicho de otro modo: los refugiados fallecieron por una letal arritmia cardíaca asociada a una pesadilla. Debió de ser una pesadilla terrible. Tanto, quizá, como las vivencias reales que les empujaron a exiliarse.

«Pesadilla en Elm Street»: por el momento sólo está disponible su remake de 2010, en HBO Max.

9 / «Muñeco diabólico» (1988)

En el ya lejano año de 1906, el entonces niño Robert Eugene Otto recibió como regalo de su abuelo un muñeco de madera, comprado en Alemania dos años antes. El niño se encariñó tanto de aquel muñeco que le puso su propio nombre, Robert. Y con «Robert The Doll» convertido en el Rey de la casa… los demás muñecos fueron apareciendo misteriosamente amputados, con brazos y piernas arrancados por la fuerza. El pequeño Robert Gene dijo en todo momento que no lo había hecho él. Que había sido el muñeco.

Tráiler original de «Muñeco diabólico».

«Muñeco diabólico» se inspira directamente en la historia de «Robert The Doll»… que como todas las leyendas, se fue enriqueciendo con el paso del tiempo. Empezó a decirse que ese muñeco se movía solo, que cambiaba de expresión y que se reía a carcajadas. Todo ello, fruto de una maldición vudú de Las Bahamas, pronunciada sobre el muñeco por algún hechicero como venganza contra la familia de Robert Eugene Otto por alguna mala acción de su abuelo.

«Robert The Doll», el muñeco que inspiró «Muñeco diabólico».

Hoy en día, vestido con un traje de marinerito que perteneció en su día al pequeño Robert Otto, el muñeco se exhibe al público en el Museo Key West de Florida… aunque en ocasiones lo han trasladado a Las Vegas, como reclamo en convenciones de parapsicología. Está permitido sacarse fotos con él, pero antes hay que pedirle permiso «para que no lance maldiciones». Y sí: todo esto huele a chamusquina.

Pero seamos sinceros: ¿no sentís, al mirar la foto del muñeco, aunque sea un poquito de miedo?

«Muñeco diabólico»: disponible en Filmin.

10 / «Inseparables» (1988)

El siempre inquietante David Cronenberg narró en «Inseparables» la historia de dos hermanos gemelos, ambos ginecólogos, que aprovechaban su posición para intercambiar identidades, aprovecharse de sus pacientes y llevar a la realidad sus más turbias fantasías. Esta vez no había «Nueva Carne» pero sí «Carne Gemela», y el resultado era tan desasosegante como siempre (o más) en el cine de Cronenberg. Quizá porque el guión se inspiraba en hechos reales.

Tráiler español de «Inseparables».

Cronenberg se inspiró, para ser exactos, en la vida real de Stewart y Cyril Marcus: dos ginecólogos gemelos que trabajaban juntos en el Hospital de Nueva York y en la Universidad de Medicina de Cornell. Sus vidas quizá no fueron tan retorcidas como las de los gemelos encarnados por Jeremy Irons en la pantalla, pero lo cierto es que los Marcus murieron juntos, en el apartamento neoyorquino de Cyril, en julio de 1975.

Noticia de prensa sobre los gemelos Marcus.
Los gemelos Marcus, en una noticia de prensa sobre su muerte.

Los gemelos Marcus murieron rodeados de basura, afectados por un aparente síndrome de Diógenes. Stewart falleció el primero, por sobredosis accidental de barbitúricos. Y aparentemente, Cyril se suicidó uno o dos días después, tras encontrar el cadáver de su hermano. Como indica el título del film, fueron ciertamente «Inseparables», hasta el final.

«Inseparables»: disponible en Filmin.

11 / «Fuego en el cielo» (1993)

«Fuego en el cielo» cuenta la historia del maderero Travis Walton, que desapareció durante 5 días para reaparecer, de repente, tirado en el arcén de una carretera de Arizona. Según él, fue abducido por extraterrestres que le sometieron al más violento y traumático escrutinio físico… por así decirlo. De toda esta lista de películas de terror basadas en hechos reales, sin duda ésta es una de las más turbadoras.

Tráiler original de «Fire in the sky».

¿Invención, locura, borrachera? Podemos tener todas las dudas del mundo en torno a este caso, pero lo cierto es que hubo testigos de su extraña desaparición, y todos coincidían en los detalles esenciales del relato: luces extrañas, fogonazos, una aparente abducción.

Todos se sometieron al detector de mentiras, incluido el propio Walton, y el polígrafo determinó que decían la verdad. Travis se sometió incluso a sesiones de hipnosis, en las que relataba exactamente los mismos hechos que había relatado «despierto». Pero quizá lo más inquietante en que esos hechos fueron suavizados en la película. Lo que Travis Walton contaba era mucho más inquietante.

Travis Walton, el abducido en cuya historia se basa "Fuego en el cielo".
El abducido Travis Walton.

Según él, tras ser absorbido por unas luces y perder la consciencia, despertó tumbado en una mesa, inmovilizado, rodeado por tres extraterrestres de grandes cráneos sobre cuerpos endebles. Tenían rostros de rasgos infantiles, sin apenas labios ni nariz pero con ojos dos veces más grandes que los nuestros. Él se resistió a su exploración con toda la violencia que pudo, pero fue inútil. Lo que ocurrió entonces, sinceramente, preferimos dejarlo a la imaginación del lector.

«Fuego en el cielo»: disponible en Amazon Prime Video.

12 / «Scream» (1996)

«Scream» la dirigió Wes Craven (el mismo director de «Pesadilla en Elm Street») pero su verdadero autor sería su guionista, Kevin Williamson, cuyo guión rinde homenaje de forma explícita a todos los tópicos del cine de terror. Pero lo escribió, y esto no se ha sabido hasta hace poco, inspirándose en un caso criminal de la vida real: el de Daniel Rolling, también conocido como «El Destripador de Gainesville».

Tráiler original de «Scream».

Daniel Rolling comenzó su carrera criminal a comienzos de agosto de 1990, intentando matar a cuchilladas a su propio padre (que durante décadas había sometido a violentos malos tratos tanto a Daniel como a su madre). El aprendiz de asesinó falló en su empeño, y sólo pudo mutilar a su progenitor, cortándole la oreja y clavándole el cuchillo en un ojo. En sus siguientes objetivos tendría mucho más éxito.

Las 5 víctimas de Danny Rolling.
Las 5 víctimas de Danny Rolling.

Durante 4 días de locura criminal, apenas una semana después de intentar matar a su padre, Daniel Rolling asesinó, destripó y mutiló a 5 personas, en Gainesville (Florida). Mató a cuatro mujeres y un hombre; a las mujeres previamente las violó, y luego dejó sus cuerpos en posturas lascivas. Todas eran jóvenes estudiantes: Rolling irrumpía en sus apartamentos por la noche, mientras dormían, y las sorprendía en la cama con el cuchillo.

Danny Rolling capturado por las autoridades.
Danny Rolling, capturado por las autoridades.

Por suerte fue rápidamente capturado, ¡pero no por los asesinatos! A Danny Rolling le detuvieron por un simple robo, y fue la revisión rutinaria de su ADN la que reveló que era el asesino. Ante la solidez de las pruebas declaró culpable, diciendo que cometió sus crímenes para ser famoso, como Ted Bundy… de quien volveremos a hablar justo al final de esta lista de películas de terror basadas en hechos reales.

En 2006, Rolling fue ejecutado por inyección letal en la Prisión Estatal de Florida. Su historia, sin duda alguna, es mucho menos divertida que los tragicómicos asesinatos de «Scream».

«Scream»: disponible en Amazon Prime Video.

13 / «Open Water» (2003)

Imaginad una expedición de buceo en la Gran Barrera de Coral Australiana. Un grupo numeroso va en un yate, se zambullen, el barco recoge después a los buceadores… y dos días más tarde, la empresa organizadora se da cuenta de que «olvidó» traerse a dos de sus clientes: una pareja norteamericana. De vuelta al lugar de la inmersión, por supuesto allí no hay nadie, y lo más probable es que se los zamparan los tiburones.

Tráiler de «Open Water».

De eso trata «Open Water», con tanta incompetencia y torpeza en la empresa de buceo que parece una historia increíble, ¿no es cierto?

Por desgracia, ocurrió de verdad. En 1998, los estadounidenses Tom y Eileen Lonergan se quedaron atrás, accidentalmente, durante un viaje de buceo allá en Australia. Sus cuerpos nunca fueron recuperados.

El matrimonio Lonergan, protagonista involuntario de "Open Water".
Los Lonergan, protagonistas involuntarios de «Open Water».

A partir de aquel suceso el cineasta Chris Kentis, con un presupuesto diminuto, conjeturó lo que podría haberles ocurrido en «Open Water». La película mezcla la mítica de los tiburones con el relato claustrofóbico en escenario mínimo, que tan buenos resultados suele dar en el cine. Y asusta, claro que asusta. Pero mucho más se asustaron los Lonergan, al volver a la superficie y verse solos, en medio del océano.

¿Te gusta bucear? Podría pasarte a tí.

«Open Water»: disponible en Amazon Prime Video.

14 / «Zodiac» (2007)

El Asesino del Zodiaco es ya casi una figura legendaria, un «Hombre del Saco» de la vida real. Aterrorizó San Francisco entre los años 60 y 70, sus cartas anónimas encriptadas asustaron aún más a la ciudadanía, y el número de víctimas bascula en un arco sorprendente, entre sus 7 asesinatos confirmados, y los 37 crímenes que él mismo dijo en sus cartas haber cometido. Su historia sirvió de inspiración a la trama de «Harry, el sucio», el detective principal del caso real inspiró el personaje de «Bullit»…y los hechos reales fueron fielmente narrados en «Zodiac», de David Fincher.

Tráiler de «Zodiac».

«Zodiac», para muchos la mejor película de Fincher, resulta especialmente perturbadora por dos razones. La primera, porque no se recrea tanto en los crímenes como en la locura colectiva que provocaron sus cartas, y la obsesión enfermiza de los investigadores por capturarle (muertos en vida de la mano del asesino, sin haber recibido ninguna puñalada). Y la segunda, porque la identidad del asesino nunca fue descubierta.

Retrato robot del Asesino del Zodiaco, y una de sus cartas encriptadas.
Retrato robot del Asesino del Zodiaco, y una de sus cartas encriptadas.

Hoy en día el Asesino del Zodiaco estará ya muerto de viejo, con toda seguridad. Pero durante décadas, el «psychokiller» más famoso de la Costa Oeste siguió campando a sus anchas, por las calles de San Francisco. Y eso, lo mires como lo mires, da mucho miedo.

«Zodiac»: disponible en HBO Max.

15 / «Borderland: al otro lado de la frontera» (2007)

«Borderland» trata sobre tres jóvenes estadounidenses que deciden pegarse la juerga de su vida donde suponen que la ley es más laxa: al otro lado de la frontera de México. Allí, sin embargo, descubrirán que sus ansias de «pecar» tienen castigo… y serán brutalmente atacados por una banda de «narcosatánicos»: traficantes de drogas que practican sacrificios rituales para proporcionar a su cártel «protección sobrenatural». Parece tan increíble como la historia de «Open Wate»… pero también ocurrió de verdad.

Tráiler original de «Borderland».

En marzo de 1989, un joven estudiante de medicina llamado Mark Gilroy, de la Universidad de Texas, fue asesinado a machetazos en el fronterizo estado mexicano de Tamaulipas, por un cártel conectado realmente con el satanismo, y liderado por Adolfo de Jesús Constanzo. También conocido como «El narcosatánico de Matamoros».

Adolfo de Jesús Constanzo: si lo ves, sal corriendo.

Se cree que fue Constanzo en persona, machete en mano, quien ejecutió a Gilroy. Su muerte, no obstante, no es más salvaje que las que ocurren continuamente en suelo mexicano, entre cárteles enfrentados entre sí. La diferencia es que esta vez la víctima era estadounidense, lo que habilita a Hollywood a interesarse en el caso. Un caso tratado en el film, igual que en «Hostel» (y hasta cierto punto, en «Viernes 13«), como evidente alegoría cristiana de nacionalismo USA. Es decir: por un lado, el que peca, paga. Y por otro, no salgas de tus yanquis fronteras que allí fuera te hacen de todo.

Tan brutal que no es precisamente para todos públicos, «Borderland» no está disponible, en estos momentos, en ninguna plataforma digital. Parece que nadie se atreve a incluirla en su catálogo

16 / «Los extraños» (2008)

Una pareja disfruta plácidamente de una cabaña alquilada, en el bosque. Pero el sueño de pasar una noche en la naturaleza transmuta en pesadilla, cuando tres enmascarados asaltan la casa, con aviesas intenciones. De eso trata «The Strangers». Y su director y guionista, Bryan Bertino, dice haberse inspirado en los crímenes de la familia Manson, y en una banda de «okupas» que apareció por su barrio, cuando era niño, vandalizando las casas que encontraban deshabitadas.

Tráiler de «Los extraños».

Pero hay una historia real, absolutamente inquietante, demasiado parecida a «Los extraño» y demasiado conocida en Estados Unidos como para que Bertino la hubiera pasado por alto: la de los asesinatos de Keddie, en la Sierra Nevada californiana. Cometidos en una cabaña de montaña virtualmente idéntica a la del film.

La noche del 11 de abril de 1981, cuatro personas fueran asaltadas en esa cabaña del pueblo de Keddie. Eran Glenna Sharp, de 36 años, sus hijos adolescentes John y Tina, y la novia de John, Dana Wingate. A Glenna , a John y a Dana los asesinaron allí mismo; Tina fue secuestrada y su cuerpo apareció, más tarde, a varios kilómetros de la cabaña. Los mataron con extrema violencia, combinando golpes de martillo y cuchilladas con un cuchillo de carnicero, asestadas con tanta fuerza que el cuchillo apareció doblado por la mitad.

La cabaña de Keddie y las cuatro víctimas.
A la izquierda, la cabaña de Keddie. A la derecha, las cuatro víctimas.

Con el tiempo surgió la sospecha de que los autores del crimen fueron sicarios de la droga, que buscaban a Dana Wingate por haber robado un pequeño alijo para intentar venderlo por su cuenta. Pero nunca se identificó a los culpables, ni se determinó el móvil del crimen con verdadera certeza.

Quizá los mataron, simplemente, porque estaban allí. Y no hay razón que asuste más.

«Los extraños»: disponible en Apple TV.

17 / «Expediente Warren» (2013)

Toda la saga de «Expediente Warren» (así como su spin-of, «Anabelle», hermana pequeña del «Muñeco diabólico») está basada en las vivencias de Ed y Lorraine Warren: matrimonio de investigadores de lo paranormal, que también estuvieron envueltos, por cierto, en el caso Amityville. El primer «Expediente Warren» aborda el caso de una granja encantada en Rhode Island, investigada por los Warren en 1971. Y casi todo lo que sucede en el film se ajusta a los hechos… que los propios Warren narraron.

Pero ¿podemos tomarnos en serio su relato?

Tráiler de «Expediente Warren».

No son pocos los que toman MUY en serio a los Warren. Él murió en el año 2006; ella, en 2019. No explotaron mediáticamente sus historias (o al menos, no en la medida en que podrían haberlo hecho) y no consta que estafaran a nadie… en el sentido de que, aparentemente, los Warren creían de verdad en aquello que decían.

Los auténticos Lorraine y Ed Warren.
Los auténticos Lorraine y Ed Warren.

Sin embargo, resulta revelador echar un vistazo al ya mencionado documental «My Amityville Horror». En él aparece la verdadera Lorraine Warren, ya mayorcísima, así como su sótano lleno de reliquias. En la saga de «Expediente Warren», ese mismo sótano parece una biblioteca sagrada; en la vida real, parece más bien el almacén de la Loca de los Gatos. Y resulta reveladora la escena en que muestra, convencida, su crucifijo con «auténtica madera de la cruz donde murió Jesucristo».

Los escépticos verán en esa escena la prueba irrefutable de la chaladura de los Warren. Los creyentes verán a una anciana venerable compartiendo su sabiduría. Entre los que estamos en medio, muchos no podrán evitar hacerse esta pregunta: ¿y si tiene razón?

«Expediente Warren»: disponible en HBO Max.

18 / «Líbranos del mal» (2014)

En la estela del éxito de «Expediente Warren» se estrenó un año más tarde «Líbranos del mal», inspirada en los casos (supuestamente) reales de un antiguo sargento de la policía de Nueva York, que colaboró en varios caso con el mismísimo matrimonio Warren… y que, inspirado por ellos, acabó dejando el cuerpo para convertirse «full – time» en investigador paranormal.

Tráiler de «Líbranos del mal».

Ese sargento se llama Ralph Sarchie, en la película lo interpreta Eric Bana, y el film lo dirige Scott Derrickson, que más tarde triunfaría dirigiendo «Doctor Strange». Como dicen en «Spanish Movie», qué paranormal es todo.

«Líbranos del mal«: disponible en Amazon Prime Video.

19 / «Veronica» (2017)

«Verónica» es la historia de una joven de Vallecas que juega con la «Ouija» (como el niño que inspiró «El exorcista») y que acaba poseída por un espíritu (ídem). El director, Paco Plaza, quiso dejar claro que el film narra una historia de ficción, inspirado libremente en una historia real. Y la historia real, como ya hemos visto que ocurre a menudo, da más miedo que la ficción.

Tráiler de «Verónica».

«Verónica» debería llamarse «Estefanía», porque el guión de la película se inspira en el caso de Estefanía Gutiérrez Lázaro: vallecana de 18 años de edad, rota por el dolor tras la muerte de su novio. 18 meses después, trató de comunicarse con él a través de una sesión de «Ouija»… pero algo salió mal. La joven, aparentemente poseída, acabó muriendo por insuficiencia cardíaca y pulmonar.

Por si todavía no ha quedado claro: la «Ouija» no es un juguete. ¿Cuántas películas hacen falta para que nos entre en la mollera?

«Verónica»: disponible en Netflix.

20 / «Extremadamente cruel, malvado y perverso» (2019)

El título de esta película describe a la perfección la personalidad de su protagonista. Con ella terminamos esta lista, por ser la más reciente de estas 20 películas de terror basadas en hechos reales… y porque su personaje principal, Ted Bundy, encarna el reverso de Ed Gein: el psicópata que inspiró «Psicosis». Nos explicamos:

Tanto Gein como Bundy juegan en las «Grandes Ligas» de los asesinos en serie. Pero si Ed Gein era el «redneck» descerebrado y salido de la miseria, feo por dentro y por fuera, Ted Bundy era por el contrario el Niño Bonito de los años 70. Buena presencia, siempre bien vestido, gran encanto personal: en apariencia, el yerno perfecto. Salvo por ser, bajo su máscara, lo más parecido a Patrick Bateman que se ha visto nunca, en la vida real.

Tráiler de «Extremadamente cruel, malvado y perverso».

Bajo su apariencia de buen chico, Bundy confesó haber matado a 30 mujeres (aunque se sospecha que fueron muchas más). Cambiaba su aspecto físico de un crimen a otro para no ser reconocido. Fingía tener un brazo escayolado con el fin de que las mujeres se acercaran a su coche, para ayudarle a cargas las compras; confiadas por su inofensivo aspecto, cuando se acercaban lo suficiente al maletero las metía dentro por la fuerza y se las llevaba. A casi todas las violó de las más salvajes maneras, incluida una niña de 12 años que murió durante la violación.

Pero no llevaba la locura escrita en la cara, como Ed Gein. Usó su encanto en las distancias cortas hasta el último instante: para engatusar a la policía y que se relajaran con él (lo que le permitió escaparse dos veces), para lograr aplazamientos en su ejecución (prometiendo confesiones detalladas que luego nunca llegaban), para tratar de limpiar su imagen en las entrevistas (y echar la culpa a la pornografía).

Ted Bundy con la que fue su novia en la vida real, Elizabeth Koepfler.

Tan encantador era Ted Bundy que, cuando no estaba matando mujeres, estaba con su novia: una joven llamada Elizabeth Koepfler, que además tenía una hija de una relación anterior. Durante años, ni la madre ni la hija sospecharon nada, de tan simpático que era Bundy.

En la película, Elizabeth Koepfler está interpretada por Lilly Collins, y Ted Bundy tiene el rostro de Zac Efron. Excelente elección de casting, porque el actor de «High School Musical» encarna todo lo que Bundy aparentaba ser… hasta que mostraba su rostro verdadero. Tan extremadamente cruel, malvado y perverso que no hay películas capaces de reproducir el horror de sus auténticos crímenes. Aunque sean películas de terror basadas en hechos reales.

«Extremadamente cruel, malvado y perverso»: disponible en Netflix.

¿Quieres más listas sorprendentes? Echa un vistazo a nuestra lista de las 40 actrices más hermosas del Hollywood de la actualidad… y o a su lista gemela: los 40 actores más guapos del cine de hoy. Y disfruta de tu pasión audiovisual con tu página de cine y televisión: «Sesión Doble».

Author

Dr. Rumack

Volando de cine en cine desde 1975, aterrizo en "Sesión Doble" con un doble objetivo: hablar de cine, y hablar de televisión. Disfruta con nosotros, opina lo que quieras y critica lo que te parezca: todo es bienvenido. Pero por favor: no me llames Shirley.

Escribir Comentario