Como el buen vino, hay estrellas de Hollywood que han mejorado con los años, pasando de feas a guapas hasta ser auténticos «sex symbols», ¡aunque de jóvenes jamás habrían ganado un concurso de belleza! A una doble nominada al Oscar le dijeron que jamás llegaría a nada por ser «demasiado fea»; un supercachas del cine fue el marginado de su instituto por flaco y miope; el niño gordito de cierta saga es ahora el más «cachas» de todo el reparto. Descubre, en la siguiente lista, a 7 estrellas de Hollywood que pasaron de feas a guapas.
7 / Patrick Dempsey: el «Doctor Macizo» que no lo era tanto
Patrick Dempsey encarnó durante años al doctor más atractivo de «Anatomía de Grey»: tan guapo que los personajes femeninos le llamaban «Doctor Macizo» (en la versión original, «Dr. McDreamy»). Con brillantes ojos azules, atlética anatomía y aspecto de maduro interesante, el mote no era injustificado. Pero «Macizo» no era el adjetivo que le habrían aplicado en su juventud: flaco, no muy alto y con prominente nariz, Dempsey interpretó durante años al «amigo sensible» de las chicas de instituto, al que cuentan sus penas mientras no se come una rosca.
Digno integrante de una lista de estrellas que pasaron de feas a guapas, Patrick Dempsey empezó en el cine con películas como «No puedes comprar mi amor», ataviado con boina francesa y grandes gafas (en la lógica interna de las «pelis» de instituto: el feo). Y su vida privada no ayudaba a normalizar su perfil: con 21 años de edad, se casó con la actriz Rocky Parker, que además de ser 27 años mayor que él, era también ¡la madre de su mejor amigo! Las fotos de la pareja resultan, como poco, sorprendentes.
Entre tanto, tras mucha comedia estudiantil llegó el momento para Dempsey de pasar al cine adulto. No se le dio muy bien: logró un papel en la vírica y multiestelar «Estallido»… pero su personaje desaparecía a las primeras de cambio. Él era el primer muerto por el virus. Y durante un tiempo, su carrera parecía tan muerta como su personaje.
Sin embargo, pasaron los años, y con ellos crecieron las canas… y los bíceps. Y Shonda Rhimes, showrunner de «Anatomía de Grey», vio en ella al «Macizo» que (casi) nadie hasta entonces había visto. El resto es historia de la televisión… y del cine: de «Grey» pasó también a «Transformers 3», a «Bridget Jones’ Baby» o a «La boda de mi novia», haciendo ya oficialmente de guaperas. A veces, pasar de feas a guapas es, para las estrellas, cuestión de quitarse las gafas y ponerse las batas de médico.
6 / Winona Ryder: también las raras pasan de feas a guapas
En sus años de máximo esplendor (mucho antes de «Stranger Things»), Winona Ryder logró 2 nominaciones al Oscar consecutivas (por «La edad de la inocencia», como mejor actriz secundaria, y por «Mujercitas», como mejor actriz principal) y se convirtió en la musa de toda una generación. Su rostro angelical (además de unas generosas curvas a menudo disimuladas) hizo que el mismísimo «Drácula» (de Coppola) cruzara océanos de tiempo para encontrarla. Pero en su adolescencia, en sus primeros castings, le dijeron directamente que se dedicara a otra cosa.
Con 15 años de edad, y el aspecto que vemos en la foto de la izquierda, una directora de casting cortó a Winona Ryder a mitad de una frase, en plena audición, y le dijo lo siguiente: «No deberías ser actriz, no eres lo suficientemente guapa, deberías regresar al lugar de donde has salido y volver al colegio». Por suerte para todos los amantes de cine, Winona no hizo caso… y pronto Tim Burton supo ver su belleza interior, y exterior. Entre raros anda el juego, podría decirse.
Pero en Hollywood, las raras también pasan de feas a guapas. Winona brilló en «Bitelchús» y en «Eduardo Manostijeras», sí. Pero poco después estaba seduciendo en las pantallas a Daniel Day – Lewis, a Richard Gere, a Antonio Banderas, a Ethan Hawke (bueno, ese también cuenta como «raro»). ¿Dónde estará aquella directora de casting?
5 / Joe Manganiello: mejor no te metas con los «gafotas»
Joe Manganiello es el flamante novio de Sofia Vergara, además de ser una auténtica montaña de músculos. Los mostró en todo su esplendor, haciendo de «stripper» en las dos entregas de «Magic Mike». También fue un galán en «True Blood», y un cachotas sin escrúpulos en el «Spider-Man» de Tobey Maguire, haciendo de matón de instituto. Con su vertiginoso 1’96 de estatura, Manganiello podía mirar por encima del hombro al mismísimo Hombre Araña, y al resto de los mortales. Pero en su adolescencia, ay, en su adolescencia…
…el adolescente Manganiello era el chaval que vemos a la izquierda, antes de haber descubierto las sentadillas (y los batidos de proteínas) y pensando, quizá, que las gafas de Steve Urkell era el paradigma de lo molón. Podría estar incluso más arriba en esta lista de estrellas que pasaron de feas a guapas. Y no, definitivamente el antiguo Joe Manganiello no habría seducido nunca a Sofia Vergara.
Y al mismo tiempo, este actor es la gran esperanza de todos los «nerds». Porque, si un chaval más bien feúcho como él pudo atraer a la belleza colombiana de «Modern Family», y esculpir el fornido corpachón que luce en el siguiente vídeo, ¿por qué no íbamos a poder los demás?
4 / Jennifer Garner: la empollona que tocaba el saxofón en la banda del colegio
El papel más duro en la carrera de Jennifer Garner ha sido, probablemente, el de esposa del alcohólico y mujeriego Ben Affleck. Además, fue la seductora protagonista de la teleserie «Alias», lucía espectacular en «Elektra» (aunque nadie la viera) y estimulaba el ingenio de Leonardo DiCaprio en «Atrápame si puedes», para intentar seducirla. Con una estatura de metro 73, es lo que antaño se habría calificado como «una mujer de bandera».
Pero pocos habrían enarbolado esa misma bandera, en la adolescencia de Jennifer Garner. Con la misma estatura que tiene ahora, no era una sensual gacela sino la torpe Bambi que aún no sabe qué hacer con sus extremidades. Era muy estudiosa: la mejor en Ciencias, la mejor en Matemáticas, la más brillante en otras asignaturas. Y tocaba el saxofón en la banda del instituto, que ya sabemos que, como en «American Pie», no es precisamente la cantera de la popularidad. La chica de «Alias» tenía, en definitiva, el aspecto que vemos aquí abajo.
Saxofón, matemáticas y más altura que los chicos: los ingredientes perfectos para una adolescencia atormentada en el clásico instituto americano. Pero en un lista de estrellas que pasaron de feas a guapas, lo que ocurrió a continuación no es un sorpresa: el patito (o patote) se convirtió en cisne. Lástima que el cisne quedara prendado de Ben Affleck, pero ésa es otra historia, y ya la contaremos en otra ocasión.
3 / Matthew Lewis: de «culo grande» a tener grandes otras cosas
Puede que el nombre de Matthew Lewis no te diga gran cosa, pero quizá el de Neville Longbottom te resulte más familiar: así se llamaba el alumno más torpe, gordito y peor dotado de la escuela Hogwarts para niños magos, en la saga de «Harry Potter» (disponible íntegramente en HBO Max). Su apellido, Longbottom, podría traducirse como «Culo grande», lo que daba pie a infinitas burlas. Y lo interpretaba un chaval llamado, claro, Matthew Lewis. Un niño perfecto para el papel, y con eso ya os podéis imaginar su aspecto. Que no cambió mucho, por cierto, a lo largo de las 8 películas de Harry Potter. Pero luego…
…luego, como se puede ver en la foto de la derecha, lo grande ya no era su trasero. Liberado del personaje torpón, Lewis se fue al mismo gimnasio que Joe Manganiello (o tomó sus mismos batidos, o algo así) y ahora es un actor habitual en teleseries de la BBC, no como gordito simpático sino como galán de pleno derecho. Está casado con una guapa actriz inglesa llamada Angela Jones, y es una prueba palpable (sobre todo para Angela) de que las estrellas infantiles también pueden pasar de feas a guapas. «Petrificus totalis» nos hemos quedado al verle.
2 / Jessica Chastain: la insoportable levedad de ser pelirroja.
La actriz Cristina Castaño, pelirroja donde las haya, suele contar que en su adolescencia no se comía una rosca. Que la llamaban «zanahoria» y que se burlaban de su pelo, de su piel y de sus pecas. «No te preocupes», le decía su madre, también pelirroja; «en cuanto crezcas un poco todo cambiará». «¿Cómo cambiará?», preguntaba ella. «Ya lo verás».
A Jessica Chastain le pasó más o menos lo mismo. En su infancia, en su adolescencia e incluso al comienzo de su carrera, tuvo que escuchar los mismos mantras. «Zanahoria», en el colegio; «no eres lo bastante guapa», en los castings; «mejor tíñete el pelo», como consejo recurrente. No les hizo ningún caso, por supuesto, y al llegar cierto momento de su desarrollo descubrió exactamente a qué se refería la madre de Cristina Castaño. La joven lechosa de pelo de hilo de cobre se convirtió de repente una explosiva mujer de cabello de fuego, como vimos en «Jolene». Tenía ya entonces 31 años. Pelirrojas del mundo, recordadlo.
Después llegaron sus 2 nominaciones al Oscar (por «Criadas y señoras» y por «La noche más oscura»), y los mejores directores de Hollywood hicieron cola por sus servicios (hola, Christopher Nolan). Y por alguna razón, parece que las melenas cobrizas tienen más puntos para acabar pasando de feas a guapas. Ella no ha olvidado (porque lo suele recordar en todas las entrevistas) que «sólo en los últimos años se me considera una mujer atractiva; antes siempre me decían que no era lo bastante guapa, o que me tiñera de rubia o de morena».
Pero todavía peor, o al menos más humillante, era lo que le decían siempre en los castings al siguiente guaperas de Hollywood: el número 1 en la lista de estrellas que pasaron de feas a guapas.
1 / Bradley Cooper, el Macizo internacional que no era lo bastante follab…
Vamos a decirlo con todas sus letras: «No eres lo bastante follable», le decían a Bradley Cooper en sus primeros castings. Con más pinta de ratón de biblioteca que de lobo seductor de la manada, licenciado en Literatura Inglesa en la Universidad de Georgetown e hijo de una familia «bien» de Filadelfia, el joven Cooper estaba todavía muy lejos de ser el canalla simpático de «Resacón en Las Vegas». Y siendo más concretos, también estaba muy lejos de tener su torso. Su aspecto era más bien el de la foto de la izquierda.
¿Observan algo familiar en esa foto? Sí: más que el Bradley Cooper que todos conocemos, se parece a Steve Carell en el póster de «Virgen a los 40». Y para demostrarlo vamos a repetir la foto del virginal Cooper. Aquí no pasamos de feas a guapas, sino de feos a feos.
¿Permitía su beatífica sonrisa vislumbrar dónde acabaría Bradley Cooper, como galán de las pantallas? Más bien no. Aunque hay alguien que sí supo ver su potencial: los responsables de casting de «Sexo en Nueva York», que le dieron un papel de protoligue de Sarah Jessica Parker, en el capítulo 2×04 de esa popular serie. Fue el primer trabajo de Cooper ante las cámaras, y está claro que Sarah no le consideró poco fo…
Después tendría un papel secundario en «Alias», donde le tocó encarnar al noble amigo de la protagonista que jamás sale de la «friendzone» (lo que demuestra, entre otras cosas, que Jennifer Garner desarrolló su atractivo antes que Bradley). Pero casi todo lo que interpretó después entraría ya en el terreno de los guaperas. Tanto que, de haber hecho de médico, sin duda habría sido un «Doctor Macizo» con todas las letras. Un más que justo número 1, en esta lista de estrellas que pasaron de feas a guapas.
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