¿El final de «El hoyo» te ha dejado con ganas de una explicación? No eres el único: la impactante película de Netflix atrapa a los espectadores con la misma intensidad… con la que luego se rascan la cabeza preguntándose qué demonios significa su desenlace. ¿Acaba bien, acaba mal, estaban todos muertos o era un sueño de Resines? Resolvemos tus dudas en las siguientes líneas, con toneladas de «spoilers», aprovechando que la película ha llegado ya a la televisión en abierto y ha completado su ciclo comercial. Pero antes, descubre sus 5 curiosidades más asombrosas. ¡Bienvenidos a «El Hoyo»!

1 / «El Hoyo» es la película española más vista de la historia

«El Hoyo» no tuvo un gran recorrido en las salas de cine españolas: recaudó exactamente 227.683’61 euros, con un total de 40.695 espectadores. ¿Puede, con esas modestas cifras, ser la película española más vista de la historia?

El Hoyo explicación final
«El Hoyo»: la película española más vista de la historia.

Sí puede. Su (modesto) estreno en cines fue en noviembre de 2019, pero su auténtico «boom» llegó más tarde, en Netflix… en la primavera de 2020, con la pandemia y el confinamiento. De alguna manera, el encierro de los personajes en la trama del film conectó con el encierro de los espectadores. Y con tiempo para pensar, las reflexiones que muchos se hicieron (quiénes somos, de dónde venimos, en qué clase de sociedad vivimos) encontraron su eco emocional en lo que nos muestra «El Hoyo». A nivel internacional.

Fue en ese contexto como esta producción de (ajustadísimo) presupuesto se convirtió en la película de moda en la plataforma digital: un verdadero fenómeno viral, que alcanzó el número 1 de las películas más vistas de Netflix en casi 200 países, llegando así a una audiencia potencial de casi 170 millones de espectadores. Nadie, nunca, en el cine español, había alcanzado jamás tales cifras.

A lo mejor fue porque sus autores son de Bilbao

"El Hoyo": efectos especiales de Bilbao.
Construyendo «El Hoyo» en un pabellón de Bilbao.

2 / Efectos especiales de Bilbao

«El Hoyo» ganó el premio Goya de Mejores Efectos Especiales. Los hizo una empresa de Bilbao, Bacon SFX, que con más talento que dinero logró unos resultados impactantes. Pero es que los decorados, la producción y la dirección también son obra de bilbaínos. ¿Conocéis el chiste del bilbaíno que pide «un mapamundi de Bilbao»? ¿O aquello de que «uno de Bilbao nace donde le da la gana»? El tópico del orgullo bilbaíno, propio de «Ocho apellidos vascos», se hace bueno en «El Hoyo». Porque la fe inquebrantable de los autores de este film les ha llevado a lo más alto.

(Y recordemos, por cierto, que «Ocho apellidos vascos» está en la lista de las 20 mejores películas de risa que puedes ver en Netflix).

El director de «El Hoyo», Galder Gaztelu – Urrutia, nació en Abadiño. Ésta es su primera película, pero lleva sobre los hombros más de una década de experiencia en el mundo de la publicidad. «El Hoyo» propiamente dicho se construyó en el barrio bilbaíno de Zorrotza, en un pabellón industrial normalmente utilizado por la Cruz Roja de Bilbao. El decorado medía 14 metros de altura (que parecen muchos más con los retoques digitales de Bacon SFX). Y la plataforma que sube y baja por «El Hoyo», llevando los alimentos, se hizo con la clásica grúa de tijera; en palabras de Galder Gaztelu – Urrutia, «la clase de grúa que usan los ayuntamientos para poner y quitar las luces navideñas».

3 / El villano de «El Hoyo» inventó las fiestas de Bilbao

De todo el reparto de «El Hoyo», el gran «descubrimiento» es el actor que da vida al peligroso Trimagasi: el vizcaíno Zorion Eguileor. Y entrecomillamos «descubrimiento» porque Zorion («Feliz», en euskera) nació en 1946 y lleva toda la vida trabajando. ¡Demasiado tiempo para que le descubran ahora! De hecho, le propusieron optar al Goya de Mejor Actor Revelación, pero él se negó. Orgullo bilbaíno… o sentido común.

Zorion Eguileor en "El Hoyo".
Zorion Eguileor con el cuchillo Samurai Plus en «El Hoyo»: inquietante es decir poco.

Zorion Eguileor nació en Mundaka: un pueblo pesquero famoso entre surfistas («la ola izquierda de Mundaka»), justo en la entrada de la vizcaína Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Todavía vive allí, en el caserón familiar, en una calle que lleva el nombre de su padre (el afamado musicólogo y «txistulari» José Mari Eguileor). Y entró en «El Hoyo» de rebote: habían contratado a otro actor, que tuvo por lo visto un ataque de «miedo escénico» y abandonó la película una semana antes de empezar el rodaje. Buscando un sustituto de último minuto, y sin tiempo para hacer un casting, Galder Gaztelu – Urrutia se fió del consejo de terceros y contrató a Zorion Eguileor sin conocerle de nada.

No se arrepentiría.

La trayectoria personal de Zorion Eguileor es tan alucinante como «El Hoyo». Con 5 años intervino como figurante en una producción británica rodada en Mundaka, «Tormenta» (dirigida por John Guillermin y protagonizada por Linda Christian, ex de Tyrone Power, madre de Romina Power). Estudió música en el conservatorio, con 17 años ya era profesor de piano y luego estudió periodismo en Madrid. Pasados los 20 era cantautor en euskera: se presentó al festival de «folk» de Santurtzi y salió de allí con un contrato con una discográfica. Y grabó 4 discos mientras ejercía de locutor de Radio Popular de Bilbao.

Disco de Zorion Eguileor, protagonista de "El hoyo".
Trimagasi, el disco.

¿Se pueden tener más vidas en una sola? Como diría el mismísimo Trimagasi, «obvio» que sí. El 17 de agosto de 1977, con 31 años de edad y desde su tribuna de Radio Popular, Zorion Eguileor lanzó un reto a sus oyentes: reivindicar unas fiestas populares de Bilbao, inexistentes en ese momento. Y volviendo a los tópicos bilbaínos, nada tira más a uno de Bilbao que un buen «a que no hay huevos de…».

El guante que lanzó fue recogido de inmediato: en cuestión de minutos se dieron cita frente a la emisora, en la bilbaína calle Henao, más de 1.000 personas. Una media hora después, ya se había formado toda una manifestación improvisada rumbo al centro de Bilbao, con Zorion y una banda de txistularis a la cabeza. Y con el impulso de la manifestación, meses más tarde se debatía en el ayuntamiento cómo organizar y celebrar unas buenas fiestas bilbaínas en la casi recién nacida democracia española. Al año siguiente se organizó la primera Aste Nagusia («Semana Grande») de Bilbao. Y todo gracias a Zorion Eguileor.

¿Puede un logro como ese, para un bilbaíno, ser superado por el éxito de «El Hoyo»? Va a ser que no.

Zorion Eguileor e Ivan Massagué, protagonista de «El Hoyo».

4 / El protagonista de «El Hoyo» es un actor de Oscar

Si Trimagasi es el villano, Goreng sería el héroe. Lo interpreta Ivan Massagué (Barcelona, 1976), con larga experiencia en series de humor («7 vidas», «Gym Tony») y contratado para «El Hoyo» por Galder Gaztelu – Urrutia precisamente por eso: en un film sobrecogedoramente dramático como éste, hacía falta alguien que aportara algo de humor, en la sutileza de un gesto o una frase. Ese alguien es Massagué, que cumple su función a la perfección.

Pero es que, además, Massagué es un actor de Oscar. Porque tuvo un papel breve pero de gran importancia en la trama, en «El laberinto del fauno»: la obra maestra de Guillermo del Toro, ganadora de 3 Oscar de un total de 6 nominaciones a los premios de la Academia.

Ivan Massagué (derecha) antes de ser torturado por Sergi López (izquierda) en «El laberinto del fauno».

En «El laberinto del fauno», Iván Massagué encarnó a «El Tarta»: el miliciano republicano tartamudo que era apresado e interrogado por las tropas fascistas de Sergi López. Tras brutales torturas, el médico Álex Angulo se apiadaba de él librándole del dolor con una inyección letal (López no sería tan piadoso con Angulo, minutos después). El personaje de Massagué tiene pocos minutos en pantalla, pero es quien conduce la trama hacia su terrible desenlace.

Iván Massagué (derecha) después de ser torturado, junto a Álex Angulo (izquierda).

Junto a Massagué y Eguileor, también están en «El Hoyo» Emilio Buale (bombero además de actor; nacido en Guinea Ecuatorial y emigrado a Madrid con 7 años; ganador del Goya de mejor actor revelación por «Bwana») y Antonia San Juan (musa de Almodóvar en «Todo sobre mi madre»; retirada del cine durante 3 años al no hallar papeles interesantes; el guión de «El Hoyo» le hizo volver).

Pero quizá la presencia más curiosa en «El Hoyo» es la de sus propios guionistas.

5 / Los guionistas de «El Hoyo», en el hoyo

Escribieron «El Hoyo» David Desola (Barcelona, 1971) y Pedro Rivero (Bilbao, 1969). Estuvieron presentes en el rodaje para ajustar situaciones y diálogos a las características concretas del decorado, y para aprovechar los talentos particulares de cada intérprete. Y ya que estaban allí…

…decidieron hacer un pequeño cameo, encarnando a dos de los habitantes más patéticos de «El Hoyo»: los dos prisioneros que comparten una piscina hinchable infantil, en aparente calma, hasta que Massagué y Buale les ofrecen algo de comida. En ese momento, ambos dejarán salir la bestia que tienen (que tenemos) dentro. Ellos ejemplifican, en su breve intervención, el deshumanizado espíritu de «El Hoyo».

David Desola y Pedro Rivero, los guionistas de «El Hoyo» peleándose por comida.

Desola y Rivero aparecen en pantalla poco antes de que Massagué llegue al fondo de «El Hoyo». Y ellos, mejor nadie, deberían conocer el sentido último de su desenlace (que por algo lo han escrito). En los últimos minutos, el héroe ha conseguido llegar a la planta más baja de «El Hoyo», la 333, manteniendo intacta la panacota (el postre que quieren que vuelva a las cocinas sin que nadie lo haya comido, como mensaje a los funcionarios de «El Hoyo») pero aparentemente herido de muerte.

Allí, al fondo de «El Hoyo», Goreng encuentra a la niña de buscaba (presuntamente, hija de otra reclusa)… y también a Trimagasi (que se supone que estaba muerto). Y se marcha con él, manteniendo ambos una amistosa conversación. No es precisamente un final «obvio».

Así que, para los que han llegado hasta aquí (tras ver la película en el cine, en Netflix o en su emisión en abierto en canales como ETB2)… ¿qué demonios significa el final de «El hoyo»? El propio Galder Gaztelu Urrutia ha explicado que hay 2 finales posibles.

El final pesimista de «El Hoyo»

Esta sería la explicación canónica, la explicación «oficial»: la que el director de la película y sus guionistas consideran más correcta. Y no es una explicación que te alegre el día.

Goreng muere, desangrado por las heridas que ha sufrido en sucesivos enfrentamientos, mientras descendía por «El Hoyo». En sus alucinaciones de moribundo, ve a personajes que ya estaban muertos, y a la niña… que nunca ha existido. El personaje de Antonia San Juan lo deja claro en uno de sus diálogos: no está permitida la entrada de menores en «El Hoyo».

Por tanto, el sacrificio de Goreng no ha servido para nada. Nadie ha escuchado su mensaje, a nadie importa «El Hoyo», ni un alma se preocupará jamás por las almas perdidas que hay en su interior… ni fuera de él. Y un plano en concreto parece subrayar esta lectura.

El final pesimista de «El Hoyo»: un pelo en la panacota.

En el minuto 36, un plano de las cocinas muestra al jefe de los cocineros, enfadadísimo por encontrar un pelo en la panacota. El plano sería un «flash-forward»: un salto adelante en el tiempo, en la trama, que muestra que en el desenlace la panacota vuelve intacta a la superficie, como pretendía Goreng… pero que nadie lo interpreta como un mensaje. Tan sólo piensan que la han devuelto porque tenía un pelo.

La metáfora es evidente: a nadie le importa nadie. La sociedad está enferma y no parece tener cura posible. Y «El Hoyo», de hecho, es en el fondo (va sin segundas) una representación del Infierno. Con 333 plantas y 2 prisioneros por planta, el número total de internos es 666. ¡No por casualidad!

Pero ojo, cuidado…

…porque el propio director de «El Hoyo», Galder Gaztelu – Urrutia, pidió a sus guionistas que escribieran un guión calculadamente ambiguo: uno en el que la interpretación pesimista fuese compatible con otra más positiva, de tal modo que ninguna imagen ni escena del film contradijera de forma taxativa ninguna de las dos interpretaciones. Puede haber, por tanto, un final optimista en «El Hoyo», tan válido como el otro.

El final optimista de «El Hoyo»

¿Y si el final no es la alucinación de un moribundo, sino lo que REALMENTE ocurre en la trama? Goreng llega a la última planta de la estructura, sus heridas no eran tan graves, y encuentra a la niña. Puede que también a Trimagasi, aunque tampoco importa si él en concreto es una ensoñación. Lo importante es que suben a la niña a la plataforma, y ella llega hasta la cocina. Ella es el mensaje. Los cocineros la descubren, asombrados. Y podemos suponer que ese encuentro revela, para ellos, la verdadera naturaleza de «El Hoyo». Podría ser, quien sabe, el principio del fin para esa cárcel inhumana.

¿Demasiado optimista? Bueno: era el final previsto en el guión. Y más aún, era el final que filmaron, y estaba en el primer montaje del film. Y hay una imagen que lo demuestra: un plano de la niña en brazos del cocinero. Lo vemos.

El final optimista de «El Hoyo»: la niña vuelve a la superficie.

El plano, sin embargo, fue eliminado del montaje final. En el último minuto, Galder Gaztelu – Urrutia pensó que era un desenlace demasiado positivo, teniendo en cuenta el tono del resto del film. No casaba tanto horror durante 90 minutos, con un final «made in Hollywood».

Pero tampoco quiso dejar a los espectadores (completamente) hundidos en la miseria, así que les dio algunas bazas a las que agarrarse. ¿Lo que dice de Antonia San Juan, sobre que no podía haber menores en «El Hoyo»? Ni caso: también dice que sólo había 200 plantas, y al final son muchas más. Su personaje ignora lo que realmente se cuece en «El Hoyo», así que sus palabras no tienen ningún valor. Y se puede argumentar que el plano del minuto 36 no es un «flash – forward»: el pelo en la panacota puede ser sencillamente eso, un pelo en la panacota. Sin relación alguna con la trama principal.

El final optimista es, por tanto, un final coherente y plausible… igual que el final pesimista. Los dos son válidos.

¿Tú cuál prefieres?

Author

Dr. Rumack

Volando de cine en cine desde 1975, aterrizo en "Sesión Doble" con un doble objetivo: hablar de cine, y hablar de televisión. Disfruta con nosotros, opina lo que quieras y critica lo que te parezca: todo es bienvenido. Pero por favor: no me llames Shirley.

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