¿Podrías adivinar quiénes son los famosos ocultos bajo el maquillaje, en las siguientes fotografías? Demuestra tu agudeza visual descubriendo la identidad de 12 superestrellas, magistralmente maquilladas para distintas películas. Actores envejecidos, actrices en papeles de hombre, rostros desfigurados bajo capas de látex… transformaciones increíbles para intérpretes famosísimos. ¿Lograrás acertar quiénes son? ¡Acepta el reto!

1 / Un nativo americano de 121 años, por obra del maquillaje

Un falso anciano de 121 años, envejecido por el maquillaje para una película.
El anciano protagonista de «Pequeño Gran Hombre».

El hombre de la foto, en la ficción de cierta película, dice ser el último superviviente de la batalla de Little Big Horn: un nativo americano de 121 años que narra su larga vida a un periodista… y de paso, a los espectadores. Pero, en realidad, el actor bajo el maquillaje tenía sólo 31 años en ese momento. Y sin duda le conoces: tiene 2 Oscar de mejor actor principal de un total de 7 nominaciones, y le has visto en «Hook», en «El graduado» o en «Todos los hombres del presidente». Y con una estatura de 1’67, sin duda es un pequeño gran actor. ¿Adivinas quién es?

La respuesta, bajo estas líneas.

Redoble de tambores y…

Dustin Hoffman, antes y después del maquillaje para "Pequeño gran hombre".
Dustin Hoffman, antes y después de la sala de maquillaje.

…el (falso) anciano centenario era Dustin Hoffman en «Pequeño gran hombre»: uno de los grandes films del revisionismo del «western», donde los indios ya no son los «malos» que atacan a los colonos, sino las grandes víctimas de la colonización.

Envejeciendo a Dustin Hoffman en "Pequeño gran hombre".
Envejeciendo a Dustin Hoffman en «Pequeño gran hombre».

El personaje narra su vida desde su adolescencia hasta su extrema vejez. Y aunque se rodó en 1970 y ha pasado más de medio siglo desde entonces, el maquillaje del protagonista sigue siendo extremadamente convincente. Con la ayuda, por supuesto, del talento de Hoffman: ganador del Oscar por «Kramer contra Kramer» y por «Rain man». Tardaban unas 6 horas al día en envejecerle para «Pequeño gran hombre».

2 / Un rabino barbudo que no es lo que parece

Rabino barbudo por obra del maquillaje.
Un rabino con sorpresa en «Angels In America».

El hombre de la imagen es una mujer. Y una muy especial: es la actriz más nominada de la historia de los Oscar, con un total de 21 nominaciones a esos premios, y ganadora de 3 Oscar nada menos. Sobre estas líneas la vemos con barba postiza, gafas de «atrezzo» y algunos kilos de maquillaje, en una miniserie de HBO titulada «Angels in America», que dirigió el prestigioso Mike Nichols. ¿Y por qué una mujer para ese papel? Entre otras razones, porque es una actriz superlativa capaz de abordar con maestría cualquier cosa que se le pida. Ya sea hacer de rabino, o montar una granja en África.

¿Adivinas quién es?

Meryl Streep, antes y después del maquillaje en "Angels In America".
Meryl Streep, actriz sin límites.

Meryl Streep, granjera en «Memorias de África» y protagonista de «El diablo viste de Prada», fue quien se vistió de rabino en «Angels in America». Sus tres Oscar los ganó por «Kramer contra Kramer» (como mejor actriz secundaria, y coincidiendo por cierto con el «Pequeño Gran Hombre» Dustin Hoffman), por «La decisión de Sophie» y por «La dama de hierro» (en ambos casos como mejor actriz principal). Y en «Angels in America» encarnó 3 papeles distintos, incluido el del anciano rabino. Ante tal muestra de versatilidad, a Meryl sólo podemos decirle una cosa: ¡Mazel Tov!

3 / Un millonario desfigurado con más maquillaje que dinero

Mason Verger, el villano de "Hannibal".
La otra cara del mal en «Hannibal».

El descarado personaje sobre estas líneas es el gran villano de «Hannibal»: la secuela de «El silencio de los corderos». Su función en la trama es convertir al mismísimo Hannibal Lecter en una suerte de héroe, a base de ser todavía más malvado que él. Y con ese fin contrataron a un actor experto en villanos: el mismo que hizo de malo en «El quinto elemento», en «León, el profesional», en «Air Force One» o en «El libro de Eli», en otros muchos films. Es un actor inglés que no se arruga ni ante Sir Anthony Hopkins… aunque muestre en «Hannibal» un rostro de lo más arrugado, gracias al maquillaje.

¿Adivinas quién es?

Gary Oldman, antes y después del maquillaje en "Hannibal".
Gary Oldman, un «figura» desfigurado.

El desfigurado villano de «Hannibal» es Gary Oldman, que también con mucho maquillaje ganó el Oscar de mejor actor principal por «Churchill», y que encarnó en la secuela de «El silencio de los corderos» al rencoroso millonario Mason Verger: un tipo tan despreciable que en su caso, más que nunca, la cara es el espejo del alma. Oldman pasaba 5 horas al día en manos de los maquilladores para que le transformaran en Verger. El resultado fue técnicamente impecable. Y aún así, el actor desprecia este film. ¿Por qué?

6 grados del maquillaje de Gary Oldman para "Hannibal".
Gary Oldman maquillado para «Hannibal»: seis grados de transformación.

Para el estreno de «Hannibal», Gary Oldman exigió que en la publicidad de la película se le tratara igual que a Anthony Hopkins. Es decir: con los dos nombres a la misma altura en el póster, con idéntico tamaño, y bien visibles ANTES del título del film. Es una forma de marcar poder y categoría a ojos del espectador (y de hacerse autobombo), pero los productores se negaron. Sintiéndose ninguneado, Oldman exigió retirar su nombre de los créditos de «Hannibal», y de todo el material promocional, para que no se le usara como reclamo. Así se hizo. Y con tanto maquillaje, muchos espectadores ni se enteraron de que Oldman era Oldman.

4 / Un mendigo alemán para una estrella australiana

El indigente indignado de "Manifesto".
«¿Te suena mi cara o qué?»

Observen con atención al mendigo que nos grita en la imagen. En la ficción de cierta película, es un indigente de Berlín cabreado con el mundo. Pero la persona que lo interpreta tiene muchos motivos para ser feliz: ha ganado 2 Oscar de un total de 6 nominaciones a la dorada estatuilla, nació en Australia pero ha trabajado en todo el mundo, y una buena prueba de su talento es que interpreta 12 papeles distintos en el mismo film en el que hace de mendigo. Y bajo la barba, el gorro, la peluca y el maquillaje, es una actriz de extraordinaria belleza.

¿Quién es ella?

Los 12 personajes de Cate Blanchett en "Manifesto".
Los 12 papeles de Cate Blanchett en «Manifesto»: un verdadero «manifesto» de su talento.

Ella es Cate Blanchett, y la película de sus 12 papeles se titulada «Manifesto». Como era un film de arte y ensayo, con grandes intenciones pero bajo presupuesto, la rodaron en sólo duró 12 días: a día por personaje. De manera que Blanchett apenas tuvo tiempo para prepararlos, y el rodaje (y el maquillaje) lo sacaron adelante pisando el acelerador. Sus Oscar los ganó por «El aviador» (como mejor actriz secundaria) y por «Blue Jasmine» (como mejor actriz principal). Pero en pocos films se manifiesta tanto su talento, como en «Manifesto».

5 / Un productor alopécico y barrigón de manos extrañamente gruesas

El productor Less Grossman, en la ficción de "Tropic Thunder".
Gordo, calvo y peludo, reconocerle puede ser una misión imposible.

El hombre de la foto es la caricatura del clásico productor impresentable: grosero, malhablado y faltón, pero tan poderoso que todos le ríen las gracias. Un imbécil, vaya. En la ficción de «Tropic Thunder», es el magnate de Hollywood que produce la película que intenta rodar Ben Stiller. Pero en la vida real, bajo el maquillaje y la barriga postiza, ese despreciable magnate es una superestrella mundial con 3 nominaciones al Oscar, tan en forma que siempre rueda en persona sus escenas de riesgo. ¡Aunque algunas parezcan una auténtica misión imposible!

¡Seguro que ya has adivinado quién es!

Tom Cruise, antes y después del maquillaje de "Tropic Thunder".
Tom Cruise, antes y después… de demostrar que puede ser un gran cómico.

El magnate de «Tropic Thunder» es Tom Cruise: tres veces nominado al Oscar por «Nacido el 4 de julio», «Jerry Maguire» y «Magnolia»… y además, muy amigo de Ben Stiller. De hecho, fue Cruise quien sugirió a su amigo Stiller que incorporara un personaje de productor impresentable en el guión de «Tropic Thunder». Y también fue Cruise quien ideó su aspecto, su personalidad y hasta su forma de bailar. Como es natural, el propio Cruise acabó interpretándolo. Y junto a los obvios detalles de la calva y la barriga, propuso otro rasgo del personaje en el que hace falta fijarse un poco más: sus manos.

Además de la barriga falsa y el prostético torso velludo, el actor de «Misión Imposible» quiso lucir también unas manos grandes. ¡Desproporcionadamente grandes! Aceptaron su idea, cubriendo sus dedos y el dorso de sus manos con prótesis y maquillaje. Y el truco funciona: más allá de los rasgos evidentes, hay algo en el personaje que produce extrañeza. Y no se sabe muy bien qué es… hasta que uno se fija en sus manos. De Tom Cruise se podrán decir muchas cosas, pero es innegable que conoce el negocio del cine. Vamos, que tiene buena mano para las películas.

6 / Un hechicero milagroso con el superpoder de hacer reír

El personaje de Miracle Max en "La princesa prometida".
Se llama Miracle Max, y te devuelve la vida… haciéndote reír.

Hace mucho, mucho tiempo, en el Reino de Florín, vivió una bella princesa a la que llamaban… «La princesa prometida». Tras una terrible tortura, el novio de la princesa quedó casi muerto, y sólo el hechicero Miracle Max (en la imagen de arriba) pudo devolverlo a la vida. Aunque ese tal Max tenía, bajo el maquillaje, otros poderes muy distintos. Porque el hombre que lo interpretó es uno de los cómicos más famosos del mundo. Y por eso fue presentador de 9 galas de los Oscar, casi todas en los años 90.

¿Adivinas quién es?

Billy Crystal, sin y con maquillaje para "La princesa prometida".
Billy Crystal, Miracle Bill.

Él es Billy Crystal: terapeuta de Robert DeNiro en «Una terapia peligrosa» y compañero de Meg Ryan en «Cuando Harry encontró a Sally». Y precisamente el director de ese film, Rob Reiner, dirigió también «La princesa prometida». La amistad entre Reiner y Crystal fue la razón por la que el cómico aceptó el papel de hechicero, pese al incómodo maquillaje… y a que Miracle Max sólo aparecía 4 minutos en pantalla. Pero a Billy Crystal le bastó con ese tiempo para obrar el milagro de la carcajada. Porque, con su talento para la improvisación y los monólogos cómicos, provocó ataques de risa en pleno rodaje a todos los miembros del equipo.

Billy Crystal con Rob Reiner en el plató de "La princesa prometida".
Rob Reiner con Billy Crystal, entre ataque de risa y ataque de risa.

El propio Rob Reiner tenía que salir del plató de vez en cuando, para que sus carcajadas no arruinaran las tomas. Decía «Acción» y se marchaba a todo correr, para pasmo de los demás intérpretes. Y cuando Billy Crystal empezaba con su «show», ni siquiera los más serios podían contener la carcajada. El mismísimo Mandy Patinkin, el hombre que encarnó a Íñigo Montoya y actor adusto donde los haya, cuenta que en esta película llena de duelos a espada, la única lesión que sufrió fue… una lesión de costilla (verídico) por las convulsiones torácicas y abdominales de un ataque de risa causado por Billy. Que bien podría decir: «Hola, me llamo Billy Crystal, prepárate a morir… de risa».

7 / Un pirata con mala pata… en los Oscar

El pirata sospechoso de "Hook".
El pirata que acaba en «La Pupera» de «Hook».

¿Veis algo extraño en el pirata de la imagen? Está en la tripulación de «Hook», la película de Steven Spielberg sobre Peter Pan y el Capitán Garfio. Pero por razones que no vienen al caso, el malvado Garfio (Dustin Hoffman, otra vez) condena a ese pirata a la peor tortura de Nunca Jamás: ser encerrado en «La Pupera». Desaparece así del film un pirata que no es «un» sino «una». Porque es una famosísima actriz con barba postiza y maquillaje, protagonista de films tan conocidos como «Las amistades peligrosas» o «Atracción fatal», que ha recibido ya 9 nominaciones al Oscar… pero que todavía no ha ganado ninguno. Ya es mala pata.

¿Adivinas quién es?

Glenn Close, sin y con maquillaje para "Hook".
Glenn Close en tierra / Glenn Close a bordo.

Se trata de Glenn Close, que aceptó un breve papel de pirata en «Hook» por el placer de trabajar con Steven Spielberg y Dustin Hoffman, aunque fuese brevemente. Había más presencias curiosas en esa tripulación, como la del cantante David Crosby (que con sus melenas «hippies» no necesitaba pasar por la sala de maquillaje), pero la de Close es más curiosa. No, por «Hook» no la nominaron al Oscar. Pero algo nos dice que tampoco lo habría ganado…

8 / Otro anciano que esconde un joven bajo la piel

El anciano protagonista de "Las vidas posibles de Mr. Nobody".
PIel vieja, mirada joven.

El anciano de la imagen mantiene intacta en su mirada la energía de la juventud. No es casualidad: el personaje supera los 100 años de edad, pero el actor que lo interpreta tenía sólo 36 años en ese momento. Es de la película de culto «Las vidas posibles de Mr. Nobody», y precisamente sus ojos azules son el rasgo físico más destacado de ese actor, ganador del Oscar de mejor secundario por otra transformación (de travesti con SIDA), y que lo pasó fatal enterrado en el maquillaje porque tiene claustrofobia.

¿De quién estamos hablando?

Hablamos de Jared Leto, ganador del Oscar por «Dallas Buyer’s Club», y acostumbrado a las transformaciones. Para el film que le «oscarizó», adelgazó unos 15 kilos. Para encarnar al asesino de John Lennon en «Chapter 21», Leto engordó más de 20 kilos. Y para ser el Joker en «Escuadrón Suicida» el actor se cubrió de tatuajes y se tiñó el pelo de verde. Pero ninguna transformación le hizo sufrir tanto como la de «Las vidas posibles de Mr. Nobody». Bajo estas líneas, resumida en un vídeo de un minuto.

Tardaban entre 5 y 6 horas en maquillarle, cada día, y el claustrofóbico Leto ha dicho que «Nunca volvería a hacer algo así» por lo mal que lo pasó. El resultado, al menos, es excelente: de los mejores «envejecimientos» en pantalla que hayamos visto. Aunque la película, por desgracia, fue un rotundo fracaso: en las taquillas de Estados Unidos recaudó la miserable cifra de 3.000 dólares, y en el resto del mundo no funcionó mucho mejor. Haciendo honor a su título, no la vio Nobody.

9 / El blanco que tenía un alma negra

El cliente blanco de la barbería de "El príncipe de Zamunda".
Un judío blanco de Nueva York que en realidad es negro.

Hay un famosísimo cómico de Brooklyn al que le encanta interpretar más de un papel en sus films con ayuda de los maquilladores. Y sobre estas líneas le vemos en su personaje más difícil: un anciano judío de Nueva York. Difícil, entre otras cosas, porque el cómico que se esconde bajo el maquillaje es afroamericano, y transformar al negro en blanco costó lo suyo. La imagen corresponde a «El príncipe de Zamunda», donde ese cómico interpretó 4 papeles distintos, incluido el protagonista.

¿Adivinas quién es?

Los 4 papeles distintos de Eddie Murphy en "El príncipe de Zamunda".
Los 4 papeles distintos de Eddie Murphy en «El príncipe de Zamunda».

El protagonista de «El príncipe de Zamunda», claro está, fue Eddie Murphy. Para comprobar si su maquillaje «de blanco» daba el pego, Murphy se paseó maquillado, de incógnito, por los estudios donde se rodaba el film. ¡Nadie le reconoció! Pero es que, además, un guardia de seguridad le abroncó por deambular por ahí sin autorización, y le exigió que se identificara. Cuando dijo que era Eddie Murphy, el guardia no le creyó.

El maquillador que le transformó era Rick Baker: un absoluto genio en su campo, ganador de 7 Oscar de mejor maquillaje. En un curioso círculo cerrado, Baker ganó su primer Oscar por «Un hombro lobo americano en Londres», y el último por la versión de «El hombre lobo» que protagonizó Benicio del Toro. Y entre lobo y lobo, Baker ha trabajado en varias películas de Eddie Murphy, transformándole en lo que quisiera la estrella. Para hacerle blanco en «El príncipe de Zamunda», el maquillador tardaba 4 horas.

10 / Un viejo profesor alemán que en realidad no existe

Lutz Ebersdorf en "Suspiria".
Lutz Ebersdorf, presunto actor alemán.

En la imagen vemos al anciano personaje principal de «Suspiria»: un profesor ya retirado que investiga los extraños crímenes de una academia de ballet. El propio director de la película, Luca Guadagnino, contó que le había dado el papel a un actor alemán de 82 años llamado Lutz Ebersdorf, nacido en Munich pero criado en Cambridge, licenciado en Filosofía en Alemania, fundador de un grupo de teatro experimental, y sin contacto con el cine hasta que rodó «Suspiria». Pero todo lo que contó Guadagnino era un cuento.

¿Saben quién era, realmente, Lutz Ebersdorf?

Tilda Swinton, antes y después del maquillaje para "Suspiria".
Tilda Swinton / Lutz Ebersdorf.

Con mucho maquillaje, Lutz Ebersdorf era en realidad Tilda Swinton: actriz londinense de 56 años en aquel momento, y ganadora del Oscar de mejor secundaria por la película de George Clooney «Michael Clayton». Tan buena era su caracterización para «Suspiria», que Luca Guadagnino decidió crear una identidad secreta para ella, inventándose la vida entera de Lutz Ebersdorf. Y el cineasta contó esa mentira no sólo a los medios, sino también al resto del reparto de «Suspiria». Los compañeros de Tilda Swinton no sabían que era ella, pero reaccionaban con extrañeza ante ese anciano alemán que parecía ocultar algo. Y esa extrañeza, auténtica y no interpretada, era justo lo que buscaba Guadagnino, para el clima de pesadilla que tiene este film.

11 / El anciano que te convence para que dejes de fumar

El anciano fumador (con traqueotomía) de «Morir todavía».

«Morir todavía» es una película de Kenneth Branagh de 1991, con el célebre actor y cineasta irlandés jugando a ser Alfred Hitchcock. En ella, el detective encarnado por Branagh investiga un crimen cometido 40 años atrás, y encuentra a uno de los supervivientes de la intriga, ya anciano, internado en un asilo. Lo vemos sobre estas líneas, y lo interpreta un actor de origen cubano, famosísimo en aquel entonces, que llegó a ser uno de «Los intocables de Eliot Ness». Su gran momento en «Morir todavía» es cuando pide un cigarrillo a Kenneth Branagh y lo inhala a través del agujero que tiene en la garganta, fruto de una traqueotomía. «He dejado de fumar», responde Branagh.

¿Adivinas quién es ese anciano?

El anciano de «Morir todavía» no es otro que Andy García (al que también vemos joven en ese mismo film, en los «flashbacks»). Cuando rodó esa película era una de las mayores promesas de Hollywood, recién salido no sólo de «Los intocables» sino también de «El padrino III», y en la de Branagh aceptó intervenir como «estrella invitada». Pero hoy en día, un tanto olvidado, es sólo uno más en el larguísimo reparto de «Mamma Mía 2». Su carrera no ha envejecido demasiado bien, pero sin duda él ha envejecido mejor que su personaje en «Morir todavía». El plano del cigarrillo y la traqueotomía es quizá el más inolvidable (y desagradable) en toda la carrera de Andy García.

12 / El caníbal del futuro, londinense del pasado

El líder caníbal de "El atlas de las nubes".
El líder caníbal de «El atlas de las nubes»

«El atlas de las nubes» es quizá la película más ambiciosa de las creadoras de «Matrix»: las hermanas Wachowski. Incomprendida para algunos, incomprensible para otros, la acción transcurre de forma paralela en 5 épocas distintas, incluido un futuro remoto en el que la civilización ha colapsado y los supervivientes deben defenderse de tribus caníbales. Y como líder de esas tribus destaca el hombre de la foto: un actor londinense que ofrecía aquí un radical cambio de registro, porque lo suyo son las comedias románticas. Por algo fue la estrella de «Cuatro bodas y un funeral», «Notting Hill» y «Love Actually».

¿Adivinas quién es?

Hugh Grant, antes y después del maquillaje para "El atlas de las nubes".
Hugh Grant, antes y después de cambiar de dieta.

El tatuado caníbal, sorprendentemente, era Hugh Grant. Y no es el único papel que tenía en ese film: subrayando la idea de las Wachowski de que el tiempo es un bucle que se repite, como olas que vienen y van, todos los actores de «El atlas de las nubes» interpretaron varios papeles, de aspectos distintos, razas distintas y sexos distintos. Halle Berry fue una guapa anglosajona de los años 20 y un cyborg coreano del futuro, entre otras cosas. Tom Hanks, Susan Sarandon, Jim Broadbent, Hugo Weaving también pasaban por increíbles transformaciones. Y a Hugh Grant le tocó ser un caballero inglés, un pérfido oriental, un gruñón anciano «british»… y un caníbal. Y la verdad es que lo hizo muy bien.

Pero hay tantas transformaciones por obra el maquillaje, en la historia del cine, que no queremos clausurar esta lista sin acordarnos de una muy especial. La añadimos como «extra», en el puesto 13, porque el actor transformado (ya fallecido) nunca fue realmente una estrella. No fue «famoso, famoso», aunque nadie se ha roto el pecho como él en la pantalla. Hablamos de…

+ 13 / «El hombre elefante» que sólo quería ser humano

John Merryck, "El hombre elefante".
El desfigurado personaje principal de «El hombre elefante».

Dejémoslo claro desde el principio: «El hombre elefante» es una obra maestra. Dirigida por David Lynch en 1980, narraba la historia real de Joseph Merrick: un hombre que pasó casi toda su vida en un «circo de monstruos», con su cuerpo deformado desde niño por el llamado Síndrome de Proteus (causante de un crecimiento descontrolado de piel, huesos y tumores). En la escena más emotiva del film, ante una turba descontrolada, Merrick gritaba: «no soy un animal, soy un ser humano». Y en ese momento, el excepcional actor inglés que encarnaba al «Hombre Elefante» lograba transmitir toda la emoción, pese a estar enterrado bajo capas y capas de maquillaje.

Ese actor fue, por cierto, la primera víctima del «Alien» de 1978. ¿Adivinan quién era?

John Hurt, antes y después del maquillaje para "El hombre elefante".
John Hurt, en «Alien» y en «El hombre elefante».

«El hombre elefante» no era otro que John Hurt: el oficial Kane de «Alien, el octavo pasajero» al que se le pegaba en la cara un alienígena salido de un huevo, para renacer después a través de su pecho. Dos años después de ser la primera víctima mortal del xenomorfo, Hurt se dejaba enterrar bajo el maquillaje de «El hombre elefante», diseñado en primera instancia por el propio David Lynch. Pero dos semanas antes de empezar a rodar, Lynch descubrió que su diseño era demasiado rígido, y que Hurt no lograba expresar ninguna emoción a través de su máscara. ¿Qué pasó entonces?

El productor de la película, Mel Brooks, buscó contrarreloj un experto en maquillaje que puediera arreglar el problema. Y encontraron a Christopher Tucker, experto maquillador británico con grandes films en su currículum, como «En busca del fuego» o «En compañía de lobos». En el vídeo sobre estas líneas, vemos su proceso creativo para transformar a John Hurt en «El hombre elefante».

Y mientras Tucker (re)creaba el maquillaje, para ganar tiempo David Lynch alteró el calendario de rodaje y filmó primero todas las escenas de «El hombre elefante» en las que no salía el protagonista, o en las que no se le veía la cara. El resultado final: 8 nominaciones al Oscar, incluída la de mejor película del año. Y no fue nominada a mejor maquillaje porque, en ese momento, esa categoría no existía. De hecho, la crearon al año siguiente precisamente por las protestas del gremio de maquilladores, quejándose de que no hubiera reconocimiento alguno para el excepcional trabajo de Christopher Tucker en «El hombre elefante».

¿Te ha gustado esta lista? Tenemos otras, igual de interesantes o incluso más. Como la lista de los 10 peores casos de adictos al bisturí, las 20 mejores películas de risa que puedes ver en Netflix, o las 15 mejores películas de dibujos animados que NO son de Disney. Todo ésto y mucho más en «Sesión Doble»: la web de cine y televisión.

Author

Dr. Rumack

Volando de cine en cine desde 1975, aterrizo en "Sesión Doble" con un doble objetivo: hablar de cine, y hablar de televisión. Disfruta con nosotros, opina lo que quieras y critica lo que te parezca: todo es bienvenido. Pero por favor: no me llames Shirley.

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