Las críticas de «El escuadrón suicida» de James Gunn están siendo, en fin, superbuenas. Todos coinciden es que es muy superior al «Escuadrón suicida» que dirigió David Ayer en 2016, y el propio Ayer asegura que el nuevo film es «un milagro». Otros famosos de Hollywood están aplaudiendo en sus cuentas de Twitter la película de Gunn, mientras la crítica especializada se derrite afirmando que es «la mejor película de superhéroes en décadas». Pero, ¿de verdad es tan buena, o es que James Gunn tiene muchos amigos? La respuesta, aquí en «Sesión doble».

Tráiler de «El escuadrón suicida» de James Gunn.

Por qué las críticas de «El escuadrón suicida» son tan buenas

En 2016 se estrenó «Escuadrón suicida»: la primera adaptación de un famoso cómic de DC en el que los héroes, por una vez, son los supervillanos. Tanto en los cómics como en ese film, un grupo de superconvictos son persuadidos a aceptar una misión aparentemente suicida, a cambio de una notable reducción en su condena. Una versión «super» de los «Doce del patíbulo», vaya.

Lo malo es que este primer «Escuadrón suicida» tuvo unas críticas espantosas. Su director, David Ayer, se lamentaba de que el estudio le quitó la película de las manos: tras unos primeros pases de prueba poco prometedores, le impusieron 10 semanas de tomas adicionales (eso son muchas tomas) para «reenfocar el tono del film». El resultado fue una superproducción descafeinada, desequilibrada, sin alma y sin chicha. Y lo peor de todo: aburrida. Super aburrida.

«El escuadrón suicida» de James Gunn es todo lo contrario. Los ejecutivos de Warner Brothers tomaron nota de sus errores, y concedieron libertad total a su director y guionista. Tampoco arriesgaban mucho: Gunn venía de triunfar con las dos entregas de «Guardianes de la galaxia», y el equilibrio entre humor y espectáculo que tienen esos films era justo lo que buscaban en Warner para el nuevo «Escuadrón». Con la diferencia de que los «Guardianes» son para todos los públicos, y «El escuadrón suicida» es para adultos. Lo que se traduce en chistes salvajes, festivales de violencia y litros y litros de sangre.

James Gunn posa con "El escuadrón suicida".
James Gunn posa con los intérpretes de «El escuadrón suicida».

La libertad creativa que han otorgado a James Gunn hace que la suya sea una película de superhéroes distinta a cualquier otra. Como decíamos, el propio David Ayer reconoce que la nueva es muy superior a la que él firmó (y que no reconoce como propia, por la intromisión del estudio). Pero es que además, cineastas tan notables como Edgar Wright (director de «Baby Driver» o de «Scott Pilgrim contra el mundo», entre otros films) se han deshecho en aplausos hacia James Gunn. Igual que los criticos especializados, aburridos quizá de las películas-de-fórmula de Marvel Studios.

¿Pero de verdad es tan buena?

Sí y no. No es exagerado decir que, si ves «El escuadrón suicida», saldrás pensando que no has visto otra película igual. El humor descacharrante te recordará seguramente a «Deadpool», pero James Gunn nunca rompe la cuarta pared. No bromea de ese modo con el espectador, y se toma muy en serio el hecho de hacerte reír. Además, a Gunn le caen muy bien sus personajes. Y de mano del cineasta, al espectador también.

Cuando aceptó «El escuadrón suicida», a su director y guionista le dieron carta blanca para contar con cualquier personaje de DC que deseara. Y él mismo reconoce que empezó pensando en usar a los supervillanos más conocidos, igual que el primer film. Pero pronto cambió de idea y, siguiendo el espíritu del cómic original, decidió escoger a personajes de segunda fila. Como dice Gunn, «supervillanos tan torpes y patéticos que no triunfan ni siquiera como supervillanos».

Polka Dot Man, el supervillano que lanza lunares.
Polka Dot Man, el supervillano que lanza lunares.

De ahí que en las filas del nuevo «Escuadrón» esté, por ejemplo, Polka Dot Man: un tipo cuyo superpoder es, literalmente, lanzar lunares de colores a la gente. Es risible, pero la clave es que James Gunn no se limita a reírse de él. Lo humaniza, con el cariño hacia el «looser» de toda la filmografía de Gunn. Y acabas queriendo que las cosas le salgan bien. A él, un supervillano que lanza lunares.

Los cuatro miembros principales de "El escuadrón suicida".
Polka Dot Man, El Pacificador, Bloodsport y Ratcatcher 2: si ellos tienen que salvar el mundo, mejor vamos rezando.

Igual de cutre es El Pacificador: una especie de Capitán América lobotomizado que para alcanzar la paz está dispuesto a matar a mujeres y niños (encarnado por John Cena, que aceptó el papel sin haber leido el guión, por pura fé hacia James Gunn). Y también están por ahí Ratcatcher 2 (del que llegan a decir que «¿no teníamos dinero para fichar al 1?»), el Rey Tiburón (de inteligencia inversamente proporcional a su dentadura, y con la voz de Sylvester Stallone en la versión original en inglés) o TDK, el supervillano desmontable (a éste no hay descripción que le haga justicia, es mejor verlo en la pantalla)

A James Gunn le hace mucha gracia James Gunn

Con personajes como esos, es imposible no reírse. Y con ellos, Gunn explota tres de sus grandes virtudes: convertir momentos corrientes en fuentes de humor (como cuando los protagonistas no logran abrocharse el cinturón de seguridad del avión), dar a sus personajes diálogos tronchantes que refuerzan el patetismo o el colegueo (según toque) y conducir la trama con naturalidad hacia situaciones desternillantes (como los «rescates» a Rick Flagg y a Harley Quinn).

James Gunn con Margot Robbie caracterizada como Harley Quinn.
James Gunn con Harley Quinn / Margot Robbie

No se puede negar la habilidad de James Gunn para pulsar la carcajada, y el que escribe estas líneas se ha partido de risa con su propuesta. Pero sobre «El escuadrón suicida» de Gunn planea una sombra de sospecha: la de que quien más se ríe es el propio James Gunn. Con la libertad que le han dado, en el guión de Gunn todo vale… y todo le vale.

Sin los filtros que impone el cine familiar al que los «Guardianes de la galaxia» debían plegarse, sin barreras que canalicen su talento, James Gunn suelta aquí sus chistes sin tener que afinar la puntería: con el arco de tiro de un trabuco. El resultado es demoledor, claro. Pero cuando se pasa la risa floja, el espectador (o al menos este espectador) se queda con la sensación de que Gunn necesita un productor. Que obtiene mejores resultados cuando trabaja con un productor, o contra un productor, que le obligue a afinar, a pulir, a elaborar un poco más. Que le exija algo más que hacerse gracia a sí mismo.

Una broma de 185 millones de dólares

Ese es el presupuesto que ha tenido, según los rumores, «El escuadrón suicida». Su recaudación en Estados Unidos no ha llegado a los 27 millones de dólares, lo que supone un rotundo fracaso comercial… aunque es verdad que su estreno simultáneo en HBO Max no ha ayudado en absoluto. Buena parte del público masivo que se espera de un film de estas características se ha quedado en casa. Y la pandemia tampoco ayuda, desde luego.

James Gunn enseñando a desfilar a "El escuadrón suicida".
James Gunn enseñando a desfilar a «El escuadrón suicida».

Pero es inevitable que surja la misma pregunta: ¿se ha gustado James Gunn demasiado a sí mismo? No son pocos los que dicen, por ejemplo, que Álex de la Iglesia era mejor cuando dirigía para otros: desde que es su propio productor, siempre llega un momento en sus guiones en que al castizo cineasta se le va la olla. Y en «El escuadrón suicida», James Gunn ha sido su propio productor por primera vez en su carrera. Las críticas, como decíamos al principio, han sido excepcionales. Pero ¿puede una película de autor costar 185 millones de dólares?

Idris Elba con James Gunn en el plató de "El escuadrón suicida".
Idris Elba / Bloodsport con James Gunn en el plató de «El escuadrón suicida».

La respuesta de Warner es fácil de imaginar. La respuesta del público, si queremos seguir viendo películas así, debería ser levantarse del sofá e ir al cine a ver «El escuadrón suicida», pagando una entrada y no una suscripción a una plataforma. Porque, aún aceptando que Edgar Wright y David Ayer se hayan pasado de entusiastas en sus críticas, es verdad que ninguna otra película de superhéroes va a tener momentos como el de Polka Dot Man diciendo «soy un superhéroe».

Por eso, desde «Sesión Doble», larga vida a «El escuadrón suicida», y a James Gunn.

Y ojo: si necesitas más aventuras superheróicas, siempre puedes revisar alguna de las 12 mejores series de superhéroes que puedes ver en plataformas.

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Author

Dr. Rumack

Volando de cine en cine desde 1975, aterrizo en "Sesión Doble" con un doble objetivo: hablar de cine, y hablar de televisión. Disfruta con nosotros, opina lo que quieras y critica lo que te parezca: todo es bienvenido. Pero por favor: no me llames Shirley.

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