«Dahmer – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer» es el (rebuscado) título oficial de la serie de Netflix más vista en las últimas semanas (junto con «Cobra Kai»). Y tiene la perturbadora cualidad de que, aún saltándose algunos hechos reales, las partes más increíbles de la serie son verdad. Como los 17 asesinatos de su protagonista, la estulticia de algunos agentes de policía… y ciertos bocadillos sospechosos. Compruébalo en este artículo sobre Dahmer: curiosidades de la serie del momento.
1 / ¿Quién quiere un bocadillo?
Un momento de la serie que hace un nudo en el estómago a todos los espectadores es cuando el protagonista, asesino psicópata y caníbal, ofrece un «sandwich» a su vecina. Es un momento de extrema tensión, con los espectadores casi seguros de que es un emparedado de carne humana. Y ese momento, que podría parecer una invención del más retorcido de los guionistas, ocurrió de verdad. No una, sino varias veces.
Lo falso es quién recibe el «sandwich». En la serie de Netflix, el carnal tentempié llega a las manos de Glenda Cleveland: la «vecina de bloque» de Jeffrey Dahmer, que fue la que albergó sospechas en todo momento (como en la serie) acerca de la conducta de Dahmer.
Pero en la vida real no fue Glenda quien recibía bocadillos sino otra vecina, Pamela Bass, que vivía en la puerta de al lado de la de Dahmer, y con la que el psicópata tuvo una relación más estrecha. Ambas figuras, Pamela y Glenda, han sido refundidas en una sola para la recreación de «Dahmer», atribuyendo sólo a Glenda algunas acciones que correspondieron realmente a Pamela. Es una estrategia habitual de cualquier serie o película, para concentrar la acción (y la emoción) y no dispersarla en un abanico excesivo de personajes.
2 / Madre e hija encarnadas por madre e hija
A Glenda y a su hija, Sandra, las interpretan en la serie de Netflix dos actrices… que también son madre e hija en la vida real. Se llaman Niecy Dash y Dia Dash, tienen respectivamente 52 y 23 años (las auténticas Glenda y Sandra eran unos cinco años más jóvenes cuando ocurrieron los hechos), y a Niecy la hemos visto ya en 92 películas y teleseries, algunas tan conocidas como «Masters of Sex», «Modern Family» o «CSI». Pero quizá lo más curioso es que, igual que su personaje en «Dahmer», Niecy Dash sabe lo que es dar la cara ante la injusticia.
Y es que la actriz Niecy Dash ejerce de portavoz de la asociación M.A.V.I.S. (siglas en inglés de «Madres Contra la Violencia En las Escuelas»), fundada en 1993 por la propia madre de Niecy, cuando el hermano pequeño de la actriz fue asesinado de un disparo en el patio de su instituto. Todavía hoy, la actriz de «Dahmer» trabaja activamente por desterrar el crimen y la muerte de los centros educativos. Así que el arranque de su personaje en pos de la justicia no le es ajeno.
3 / Dos superhéroes Marvel en la piel del mismo psicópata
Jeffrey Dahmer ya fue encarnado en las pantallas, en una película independiente del año 2002, por un actor entonces joven y desconocido… que acabado formando parte de «Los Vengadores». Hablamos de Jeremy Renner: el actor californiano que tensa el arco de Ojo de Halcón… y que tiene por cierto 2 nominaciones al Oscar: por «The town, ciudad de ladrones» como mejor actor secundario, y por «En tierra hostil» como mejor actor principal. Aún faltaban años para que rodara esos films, cuando encarnó (brillantemente) a Jeffrey Dahmer en «Dahmer, el carnicero de Milwaukee».
Y de superhéroe a superhéroe, el actor que hace de Dahmer en la serie de Netflix es Evan Peters: el mismo que ha dado vida al mutante Quicksilver en tres películas de los «X – Men»… y, fugazmente, en la serie de Disney+ sobre «Bruja Escarlata y Visión». Tampoco debería extrañarnos tanto: hace falta ser un poco psicópata para enfundarse unas mallas y buscar «malos» a los que apalear por las noches, como apuntaron Alan Moore y Frank Miller en sus ya clásicos cómics sobre Batman.
4 / La serie más vista de Netflix en sólo una semana
La serie sobre «Dahmer» llegó a Netflix exactamente el 21 de septiembre de 2022. En sus primeros 7 días fue lo más visto de la plataforma de streaming. Y en su segunda semana ya estaba en el Top Histórico de las series más vistas de la plataforma, superada tan sólo por fenómenos como «La casa de papel». Pero es que «Dahmer» sigue creciendo desde entonces: se mantuvo 21 días ininterrumpidos como la serie con más audiencia, y va camino de amenazar los tronos históricos de Netflix.
5 / Las críticas no son tan buenas
La crítica especializada, sin embargo, ha sido menos amable con la serie que los espectadores. Algunos acusan al «showrunner» Ryan Murphy, con mucha experiencia en series de crímenes («American Crime Story», «American Horror Story», «Vigilante») de haber puesto el piloto automático. Las familias de las víctimas acusan a la serie de mercantilizar su dolor. Y algunos grupos LGTB denuncian que «Dahmer» se centra demasiado en sus pulsiones «gays», pudiendo así dar a entender que la homosexualidad y el crimen están relacionados.
Otros, en cambio, han aplaudido la serie y le han dado su respaldo, especialmente por adoptar el punto de vista de las víctimas y no glorificar al asesino. El propio Evan Peters exigió, antes que aceptar el papel principal, que en ningún caso se adoptara la perspectiva del criminal ni se diluyeran sus responsabilidades al exponer «sus razones». Y en ese sentido hay que decir que «Dahmer» deja bien claro qué adjetivos merece el verdadero Jeffrey Dahmer.
6 / Jeffrey Dahmer, 17 asesinatos en 13 años
Dahmer empezó a cortejar a la muerte ya cuando era un niño, capturando animales del bosque y diseccionándolos vivos, para verlos morir y para jugar con sus vísceras. A su primera víctima humana, un autoestopista, lo mató con 18 años de edad, tres semanas después de graduarse en el instituto. A la última, en 1991. A casi todas las contactó en bares de ambiente «gay», las llevó después a algún lugar privado (su casa, o la casa de su abuela) mantuvo relaciones con ellas, las drogó y luego las mató. Y a menudo, lo más escalofriante es lo que hizo después.
Jeffrey Dahmer desmembraba los cuerpos, guardaba porciones en armarios y frigoríficos, se comía parte de ellos y, en ocasiones, taladraba sus cráneos para introducir ácidos o agua hirviendo en su interior, con el disparatado propósito de convertirlos así en autómatas: en marionetas de su voluntad que jamás le abandonaran, manteniéndose a su lado para satisfacer todos sus caprichos. Y en su macabro periplo, hubo 2 víctimas para las que el destino tuvo reservado un final, digamos, diferente.
7 / Las 2 víctimas que pudieron salvarse
El 23 de abril de 1988, cuando Jeffrey Dahmer ya estaba «lanzado» en su carrera criminal, atrajo a una víctima a la que no pudo matar. Era otro joven homosexual al que, siguiente su táctica habitual, dio de beber un potente somnífero (en esta ocasión, mezclado en el café). Fue en la etapa en que Dahmer vivió en casa de su abuela… y su abuela, por una vez, se despertó y su asomó a ver qué pasaba. La señora vio fugazmente a la víctima, y eso bastó para que Dahmer, prudente, decidiera abortar el plan. Cuando la droga hizo efecto llevó al joven a la puerta de un hospital, y allí le dejó. Se salvó de milagro.
La segunda víctima que se salvó fue la última de todas, la que hizo posible que Jeffrey Dahmer fuera descubierto y encarcelado. Su nombre era Tracy Edwards, logró escapar aún estando esposado y enseguida avisó a la policía. Cuando los agentes entraron en casa de Dahmer (esta vez, su propia casa) para detenerle, descubrieron allí la Casa de los Horrores: la macabra colección de restos corporales de un fetichista de la carne humana. Y la investigación descubrió también, muy pronto, algo terrible: que otra de las víctimas no se salvó… por la torpeza de un par de policías.
8 / Enviado a la muerte por 2 policías incompetentes
Konerak Sinthasomphone era un chaval de 14 años, procedente de Laos, que tuvo la inmensa mala suerte de cruzarse con Jeffrey Dahmer… y con los dos agentes más estúpidos de la policía de Milwaukee. Konerak, drogado y maniatado, pudo salir también de la casa de Dahmer, igual que haría Tracey Edwards tiempo después. En la puerta de la casa fue visto por Sandra Cleveland (la hija de Glenda) y su prima, que avisaron a la policía. Y cuando los mencionados dos agentes llegaron a la casa, no hicieron nada.
El propio Dahmer salió a recibirles y les dijo que Konerak, evidentemente menor de edad, tenía 19 años y era su novio. Que habían tenido muchas discusiones parecidas, pero que ya lo estaban arreglando. Que todo aquello, sospechoso bajo cualquier punto de vista, era… normal. Y los agentes, increíblemente, le creyeron. Permitieron que Jeffrey Dahmer se llevara al joven de vuelta a su casa… donde fue asesinado minutos más tarde. Y a partir de entonces, Dahmer mató a otras 4 personas más.
¿Y qué pasó con los agentes? Que fueron ascendidos. Increíble pero cierto, como tantas otras cosas en «Dahmer»
9 / Los dos policías fueron ascendidos
Sus nombres son John Balcerzak y Joseph Gabrish, y como acertadamente han dicho algunas fuentes, les faltó un letrero de neón sobre la casa de Jeffrey Dahmer para comprender que estaban ante un asesino psicópata. Entregaron a la muerte a Konerak Sinthasomphone, pero nadie lo supo hasta que Dahmer fue desenmascarado, en 1991. Ese mismo año, Gabrish y Balcerzack fueron despedidos del cuerpo por negligencia grave… para ser readmitidos en 1994, por efecto de una sentencia del juez suplente Robert Parins, que juzgó que el castigo contra ellos había sido «demasiado severo».
Y eso no es todo. Los dos policías fueron indemnizados con sus salarios atrasados, los que habrían percibido de no haber sido expulsados del cuerpo, a razón de 55.000 dólares para cada uno. Once años después, en 2005, John Balcerzak fue elegido presidente de la Asociación de Policías de Milwaukee. Joseph Gabrish, por su parte, alcanzó el rango de Capitán. Con la ley y la justicia en manos como las suyas, ¿qué podría salir mal?
10 / Milwaukee en Los Ángeles y un actor de «El exorcista III»
Una cosa es que «Dahmer» sea un «true crime», y otra muy distinta es que todo sea «true» en esta serie. Los crímenes del «Carnicero de Milwaukee» tuvieron lugar, principalmente, en Milwaukee, pero rodar cerca de Hollywood casi siempre es más barato, y más sencillo, que hacerlo en localizaciones. Así que el grueso del rodaje tuvo lugar en el Condado de Los Ángeles y, más concretamente, en el valle de Pomona. Donde vivía, por cierto, la esposa de Bruce Willis en la primera «Jungla de Cristal».
Pero para guiños cinéfilos, el de «El exorcista III». Es bien sabido que el auténtico Dahmer solía poner a sus víctimas, mientras se adormecían, la película «El exorcista III» (incomprendida pero estimable secuela). Y el dato curioso es que en «Dahmer» aparece, precisamente, un miembro del reparto del tercer «Exorcista»: el actor neoyorquino Ken Lerner.
Dahmer: curiosidades de la serie
Aún hay más curiosidades que podrían señalarse en la serie de Netflix. Como que se han multiplicado las peticiones y reservas de disfraces de Dahmer para la noche de Halloween de 2022 (algo que los familiares de las víctimas también han denunciado) o que la serie comete un error evidente cuando muestra a Jeffrey Dahmer recibiendo en la cárcel, por correo postal, dinero en metálico de sus «admiradores».
Eso jamás ocurrió en la vida real: el correo que reciben los reclusos es siempre interceptado por las autoridades penitenciarias, que retiran el dinero de las cartas. Entre otras cosas, por seguridad: no se permite que los prisioneros tengan objetos metálicos potencialmente peligrosos, como podría ser una moneda.
Más allá de eso, hay que decir que la serie es bastante fiel a la realidad. Y que por desgracia, con esta serie, Jeffrey Dahmer amenaza con alcanzar en Estados Unidos el status de una estrella del rock. Ya lo vimos en nuestro artículo sobre O.J. Simpson: el mal seduce. O como dirían los Rolling Stones, es fácil tener… simpatía por el demonio.
