Parecen sacadas del guión de una película de miedo, pero por desgracia son reales: las sectas más peligrosas de Hollywood tienen dinero, poder y miles de miembros. Y van mucho más allá de la Cienciología de Tom Cruise: intentaron captar a Jennifer Aniston, sometieron a la familia de Glenn Close, a punto estuvieron de arruinar la infancia de Joaquin Phoenix, y convencieron a Michelle Pfeiffer de que podía, literalmente, vivir del aire. Prepárate a descubrir las 7 sectas más peligrosas de Hollywood.

7 / «Praise the Lord»: alaba al Señor dándonos tu dinero

A finales de los años 70, triunfó en Estados Unidos un programa de televisión llamado «The PTL Club». Las siglas del club, «PTL», eran las iniciales de «Praise The Lord»: alaba al Señor. Y presentaban el programa Jim Bakker y Tammy Faye: exitoso matrimonio de telepredicadores, cuya vida acaba de ser llevada al cine en «Los ojos de Tammy Faye», con Jessica Chastain como Tammy, y Andrew Garfield encarnando a Jim. Pero cuidado: los hechos reales son más disparatados que lo que podamos ver en casi cualquier película de ficción.

Tráiler español de «Los ojos de Tammy Faye».

Los verdaderos Jim y Tammy, con su programa de televisión, llegaron a recaudar más de 120 millones de dólares al año. ¿Para ayudar a los pobres? No exactamente. Con el tiempo se supo que el sonriente Jim Bakker había desviado 158 millones hacia sus propias cuentas, incluyendo un peculiar gasto de 265.000 dólares… con los que había comprado el silencio de una de sus feligresas, violada por el propio Bakker.

Los desfalcos se disimulaban entre los monumentales gastos de «Heritage USA»: un parque temático de inspiración cristiana, auspiciado por la pareja de predicadores, que llegó a ser en Estados Unidos tan popular como Disneylandia. Pero cuando se desvelaron los tejemanejes de Bakker, los ingresos de «PTL Club» cayeron en picado y fue imposible sostener el parque. Hoy, degradado y semiderruido, ese parque es la sombra de lo que fue: un escenario apocalíptico que, aparentemente, no ha merecido el perdón de Dios.

La justicia de los hombres tampoco ha sido piadosa con Jim Bakker: fue condenado a 45 años de cárcel por 24 fraudes comprobados. Su esposa Tammy le abandonó mientras cumplía condena, y encontró refugio en Hollywood: trabajó como actriz en varios capítulos de «Roseanne» y de «El show de Drew Carey». Ella era, pese a todo, una figura respetada en la Meca del Cine. Mientras el común de los predicadores despreciaba a los homosexuales, a los drogadictos y en particular a los enfermos de SIDA, ella hizo historia entrevistando a uno en su programa y ofreciéndole todo su apoyo, «porque todos somos hijos de Dios».

Tammy Faye en "The PTL Club".
La verdadera Tammy Faye entrevistando al activista enfermo de SIDA Steve Pieters en 1985.

¿Era sincera Tammy Faye, o todo formaba parte de su personaje? Sus actos tuvieron una influencia real, cierta y positiva sobre los seropositivos, en un momento en que se les trataba como apestados.

Aunque también es cierto que, al divorciarse de Jim Bakker, Tammy Faye se casó con un hombre llamado Roe Messner… que también formaba parte de su organización, y que también fue encarcelado por desfalco. A éste sí le esperó, y siguieron casados hasta la muerte de Tammy, en 2007. Pero, ¿puede el candor de Tammy Faye hacer que «The PTL Club» quede fuera de las sectas más peligrosas de Hollywood? Que se lo pregunten a la joven a la que Jim Bakker violó.

6 / Los «Respiracionistas»: cuando Michelle Pfeiffer intentó vivir del aire

En 1978, con 20 años de edad, la joven y bella Michelle Pfeiffer fue nombrada Miss Orange County. Y con ese título como dato principal en el currículum, cambió Orange County por Los Ángeles con la firme voluntad de triunfar como actriz. Los comienzos no fueron fáciles: no conseguía papeles, y no conocía a nadie en la ciudad. Por eso le abrió su corazón a un matrimonio del vecindario que se mostró especialmente amistoso con ella. Decían ser entrenadores personales, expertos en dietas naturales. Pero en realidad pertenecían a una de las sectas más peligrosas de Hollywood.

MIchelle Pfeiffer, Miss Orange County 1978.
Michelle Pfeiffer, Miss Orange County 1978.

Se hacían llamar «Los Respiracionistas», y los principios de su fe dan hoy más risa que miedo. Según ellos, el cuerpo humano podía sobrevivir a la perfección sin más alimento que el aire que respiramos y la luz del Sol que nos ilumina. Como si pudiéramos vivir de la fotosíntesis, vaya. Pero las risas se acaban enseguida, porque el siguiente paso no tenía nada de gracioso: para renunciar a la comida hacía falta una disciplina especialmente férrea, que sólo los vecinos de Michelle Pfeiffer y sus acólitos podían enseñarle. Ven a jugar con nosotros, Michelle, para siempre…

Sus no-tan-simpáticos vecinos la fueron obligando a pasar más tiempo con ellos. Y cada nuevo paso hacia el respiracionismo, cada minuto que pasaba con ese matrimonio, se lo cobraban. Cada encuentro era una enseñanza, una sesión, un curso; cada paso la acercaba más a un nuevo nivel, ¡y no puedes dejarlo ahora que ya estás en el buen camino, Michelle! Es, como iremos viendo, el A-B-C de las sectas: quédate con nosotros porque te daremos un progreso personal inigualable, y no escuches a nadie más. Desconfía de todos, menos de nosotros. Y abre la cartera.

Michelle Pfeiffer con su primer marido, Peter Horton.
MIchelle Pfeiffer con su primer esposo, Peter Horton.

Por suerte para ella, Michelle Pfeiffer confió en Peter Horton: un atractivo actor y director que acabaría convirtiéndose en su primer marido. Cuando se conocieron, Peter estaba preparando un papel en un telefilm sobre la Secta Moon, y compartió su investigación con su joven novia. Y cuando Michelle vio cómo funcionaba esa secta y cuáles eran sus mecanismos de captación, comprendió de inmediato que los «Respiracionistas» la estaban captando a ella. Y se alejó de esa gente para siempre.

Podría decirse, pues, que Peter Horton fue un soplo de aire fresco en la vida de la actriz, y que con su ayuda pudo cambiar de aires

5 / La «Familia Arco Iris», o cómo Winona Ryder combinaba oración y narcotráfico

Winona Ryder es otra de esas estrellas con una vida digna del guión de una película (de Tim Burton). En su adolescencia fue un «chicazo descuidado», para transformarse después en una de las actrices más bellas de Hollywood (razón por la que está en nuestra lista de estrellas que pasaron de feas a guapas). ¿Y que pasó entre una cosa y otra? Que perteneció a una de las sectas más peligrosas de Hollywood. Más aún que el Demogorgon.

Winona Ryder con Johnny Depp.
Winona Ryder creció en una secta hippie. Igual por eso Johnny Depp le pareció un novio normal.

Cuando tenía 7 años, Winona y su familia se instalaron en lo que parecía una inofensiva comuna «hippie», en un rancho de California en el que vivían ya otras siete familias. Se hacían llamar «La Familia Arcoiris», habían fundado su idílica comuna en 1972, y decían promover la no-violencia y el igualitarismo no jerárquico, el respeto al otro y a las diferencias, el apoyo a toda forma de espiritualidad. Como diría Tammy Faye, alabado sea Dios.

Con ese ideal de vida sana y feliz en sus mentes, «La Familia Arcoiris» vivía sin luz eléctrica ni medicinas modernas. Y lo cierto es que todo ello estimuló la imaginación de la pequeña Winona, forzada a inventar sus propias formas de entretenerse y a crear amigos imaginarios, en un permanente juego de interpretación que, según ha confesado ella misma, está en la base de su vocación de actriz. Todo muy bonito, ¿no?

La Familia Arcoiris: la secta a la que perteneció Winona Ryder.
«Familia Arcoiris»: después de consumir sus productos, seguro que ves el mundo de colores.

Pues no. Porque esa vida austera y natural también debía ser financiada de alguna manera, y la «Familia Arco Iris» se financiaba con el narcotráfico. El rancho era un espacio de compra-venta para grandes mercancías: un punto seguro de intercambio y almacenamiento en el que Winona Ryder podía saltar y brincar entre palés de cocaína y heroína. En cantidades suficientes para alcanzar el Arco Iris por la vía más rápida, pero no por la más recomendable.

El rancho era, en definitiva, un polvorín que podía estallar en cualquier momento, en cualquiera de sus múltiples (y peligrosos) intercambios comerciales. La familia Ryder abandonó a tiempo a la «Familia Arcoiris», y se buscaron otro camino de balsosas amarillas que les llevara al País de Oz.

4 / «Rearme Moral»: canta con nosotros, Glenn Close… y para nosotros

Entre las sectas más peligrosas de Hollywood hay una de repercusión internacional, que logró captar a una poderosa familia estadounidense de la aristocracia empresarial de la costa Este: la familia Close, a la que pertenece la 8 veces nominada al Oscar Glenn Close. La secta se llama «Rearme moral», y la relación de los Close con esa secta bien podría titularse como una de las películas más famosas de la actriz: «Las amistades peligrosas».

Quizá lo más inquietante de «Rearme Moral» es que no actuaba en las sombras ni en los cómodos márgenes del sistema: estaba en mismísimo centro del foco gracias al grupo musical de inspiración cristiana «Up With People», recibido con honores en salas de conciertos y platós de televisión de todo el planeta, y conocido en el mundo hispanoparlante como «Viva La Gente». Su fórmula: sonrisas, beatería y canciones «positivas», con la joven Glenn entre los integrantes. La realidad, como de costumbre, no era tan luminosa.

Glenn Close en la portada de un disco de "Viva la Gente": el grupo musical de una de las sectas más peligrosas de Hollywood.
La joven Glenn Close en la portada de un single de «Up With People».

Una de las tácticas principales entre las sectas más peligrosas de Hollywood (y de cualquier parte del mundo) es separar a los fieles de sus respectivas familias. El objetivo es que nadie en su entorno pueda discutir ni cuestionar el funcionamiento de la secta… hasta que TODO el entorno esté formado exclusivamente por la secta. Sin fuentes externas de opinión, el control es inmensamente más sencillo. Por ello, cuando el padre de Glenn Close, respetadísimo cirujano, decidió abrir una clínica en El Congo, desde «Rearme Moral» insistieron rápidamente en que sus vástagos fuesen acogidos en un internado en Suiza. Dirigido, cómo no, por la propia secta.

En ese contexto es cuando la joven Glenn entró a formar parte de «Viva La Gente»: embajadores mundiales de «Rearme Moral», que vendieron millones de discos en todo el mundo. Millones de los que, por supuesto, Glenn Close no vio ni un céntimo. Y mientras la llevaban de gira cantando por recuperar los viejos valores familiares, su familia estaba cada vez más separada… y la mente de la futura actriz, cada vez más bombardeada. Como ella misma ha contado, en la secta «No te permitían hacer nada, te hacían sentir culpable por todo, y te dictaban cómo vivir, qué decir y qué sentir».

«Viva La Gente»: recibidos en España con alfombra roja

Glenn Close estuvo en «Rearme Moral» desde los 7 hasta los 22 años de edad. Por fortuna, su cabeza siempre estuvo lo bastante bien amueblada para no comulgar no todo lo que le decían. Hasta que al final, superó la «Atracción fatal» de esas «Amistades peligrosas», y la antigua integrante de «Viva la Gente» pudo irse con la música a otra parte.

3 / «NXIVM»: pronunciarlo es tan difícil como escapar, y Jennifer Aniston estuvo a punto de averiguarlo

Entramos en el TOP 3 de las sectas más peligrosas de Hollywood, con una diseñada para alimentar las fantasías eróticas de su creador. Tan ambiciosas que trataron de atraer a sus filas incluso a Jennifer Aniston y a Emma Watson, con todo un mecanismo perfectamente engrasado para lograr su objetivo. Con ellas no lo lograron, y tampoco con Gerard Butler (aunque lo intentaron). Pero con otras estrellas sí alcanzaron el «éxito».

«NXVIM», pronúnciese «Nexium», nació en Albany, en 1998, como un presunto «Programa de autoayuda». También esto es común en las sectas, como vimos con los «Respiracionistas», y como veremos luego con la Cienciología: en la lógica sectaria, quienes buscan programas de mejora personal son, por definición, personas con puntos débiles que buscan un sentido y una guía… que ellos proporcionarán. Esas personas son, en consecuencia, presas fáciles. Y eso lo tenía perfectamente claro el iluminado Keith Raniere: creador y promotor de «NXIVM».

Keith Raniere, fundador de "NXIVM".
Keith Raniere, fundados de «NXIVM».

Raniere se presentaba como el hombre que te va a ayudar, el sabio simpático y terapeuta eficaz que hará tu vida mejor. Sus programas de autoayuda costaban, por supuesto, un dineral. Pero ¿acaso la felicidad tiene precio? Además había una forma fácil de pagar sus enseñanzas: atrayendo a más personas al círculo de «NXIVM», que cursarían nuevos programas… y que, para poder pagarlos, atraerían a su vez a otrosalumnos.

Era, en definitiva, la versión mística de una estafa piramidal de toda la vida. Cosechada con gran éxito, todo hay que decirlo, porque la pirámide de Keith Raniere llegó a tener 16.000 seguidores.

Pero como diría cualquier gurú, el dinero no lo es todo. ¡También está el sexo! Raniere encaminaba a sus alumnos, y sobre todo a sus alumnas, a una progresiva asunción de que los instintos del varón son perfectamente aceptables y hasta dignos de aplauso, y de que nada merece más aplausos que una mujer que se entrega sexualmente a un hombre para satisfacer los naturales deseos de él. Las alumnas acababan comprando el discurso por la enorme persuasión de Keith Raniere. Los alumnos no necesitaban ser muy persuadidos para abrazarlo con entusiasmo.

Allison Mack, soldado especializado en "fichajes" de "NXIVM".
Allison Mack: de «Smallville» a «NXIVM».

En esa dinámica, la mejor «soldado» de Keith Raniere era Allison Mack: una actriz secundaria que tuvo papel fijo en «Smallville»… y que a partir de ahí dilapidó su talento (y su futuro) trabajando para Raniere. Fue ella quien contactó con Jennifer Aniston, con Emma Watson y con Gerard Butler. Watson ignoró sus llamadas; Aniston y Butler, por lo visto, llegaron a asistir a una fiesta organizada por «NXIVM», pensando que la organización se dedicaba de verdad al desarrollo personal. Qué vieron en la fiesta es algo que no ha trascendido, pero sí se sabe que ni Butler ni Aniston volvieron a tener contacto alguno con la secta.

Lo malo de las estafas piramidales es que acaban por derrumbarse sobre sus propios arquitectos, y «NXIVM» no fue una excepción. La demolición comenzó cuando llegaron a la justicia las denuncias de abuso sexual. Por si acaso, Keith Raniere y Allison Mack huyeron a México, pero igualmente fueron detenidos, encarcelados y extraditados a Estados Unidos. Acusados, entre otros cargos, de tráfico sexual, estafa, usurpación de identidad y blanqueo de dinero.

Catherine Oxenberg, principal instigadora de la investigación contra "NXIVM".
De derecha a izquierda, Catherine Oxenberg, Casper Van Dien y la hija de Catherine, India Oxenberg.

Entre los principales perseguidores de la secta estaba la actriz de «Dinastía» Catherine Oxenberg, exmujer del «Starship Trooper» Casper Van Dien. La hija de Catherine (de una relación anterior) había caído en las garras de «NXIVM». Y la actriz, cual Madre Coraje, no paró hasta conseguir que la justicia echara sus zarpas sobre Keith Raniere.

¿Qué hizo entonces Allison Mack? Traicionar a su amado líder. Declaró contra él en el juicio, pidió perdón a las víctimas, mostró su sincero (o así) arrepentimiento por todo lo ocurrido. Le cayeron 3 años de cárcel y 20.000 dólares de multa. Raniere, en cambio, fue condenado a 170 años de cárcel. En su currículum se definía como «Poseedor del récord Guiness de mayor cociente intelectual de la historia de la humanidad». Por supuesto, era mentira. Pero con su capacidad de manipulación, algo nos dice que en la cárcel habrá logrado que muchos se lo crean.

«The NXIVM»: la serie documental.

¿Quieres más detalles? En Amazon Prime Video hay una estupenda serie documental sobre «NXIVM». ¿Hemos dicho estupenda? Mejor digamos estremecedora. Aunque quizá no tanto como la siguiente secta…

2 / «Los Niños de Dios», y la prostitución infantil de la que escapó la familia Phoenix

¿Puede una secta promover la prostitución infantil, y aún así seguir teniendo el apoyo de la mayoría de sus miembros? Puede. Por eso «Los Niños de Dios» están entre las sectas más peligrosas de Hollywood. Por eso, y porque están implantados en el mundo entero.

La familia Phoenix lo averiguó a comienzos de los años 70, cuando todavía se apellidaban Bottom. Sus padres, más «hippies» todavía que los de Winona Ryder, se habían mudado a Puerto Rico para predicar allí la palabra del Señor… y la de los «Niños de Dios», a quienes felizmente se habían adherido. Precisamente en San Juan de Puerto Rico es donde nació Joaquin Rafael Bottom; de ahí sus muy hispánicos nombres de pila. Era el mediano en una familia de 5 hermanos, en la que el más brillante era el hermano mayor: el ya fallecido River Bottom, más tarde conocido como River Phoenix.

La familia Phoenix cuando aún pertenecían a una de las sectas más peligrosas de Hollywood.
Familia Bottom / Phoenix: RIver a la derecha, Joaquin en las rodillas de su padre.

Para sobrevivir, la familia de River y Joaquin básicamente mendigaba por las calles. Pedían limosna ofreciendo espectáculos musicales y malabares, casi siempre encabezados por el primogénito River. Joaquin, más tímido, quedaba en un segundo plano. Pero el talento de ambos era ya innegable.

Con los años, la familia Bottom fue ganando posiciones en la jerarquía de los «Niños de Dios». Aunque en su caso, creyentes de verdad y predicadores de base, su posición no se tradujo en más dinero ni en mejores condiciones de vida. Se trasladaron, eso sí, a Venezuela, donde el padre de River y Joaquin llegó a ser el líder máximo (oficial) de la secta, en la zona del Caribe. Pero entonces empezaron los problemas.

Desde los «Niños de Dios» fueron presionando a los Bottom para que se sumaran a la llamada «Ley del Amor». Quererse unos a otros blablablá. Todo muy poético y «flower-power»… hasta que la «Ley del Amor» pasó del amor al sexo. Los líderes de la secta, adelantándose un par de décadas a Keith Raniere, empezaron a animar a sus mujeres a practicar el sexo libre, especialmente con aquellos a quienes pudieran captar. La promesa de sexo sin fin podía ser muy atractiva para nuevos acólitos.

El autobús de los "Niños de Dios".
Los «Niños de Dios» en pleno subidón (se supone que) de fe.

Pero lo peor aún estaba por venir. De la «Flirty Fishing» (que es como llamaban a «pescar seguidores» a base de flirteo) se pasó a promover el sexo entre todos los miembros de cada familia, y entre unas familias y otras, haciendo especial hincapié en los menores de edad. En los niños, incluso. El discurso oficial decía que el Diablo odia el sexo, y que entregarse al sexo es una forma de acercarse más a Dios. Por tanto, ¿por qué no iniciar a los niños cuanto antes? Hasta publicaban cómics para transmitir el mensaje.

Propaganda de los "Niños de Dios": la segunda en la lista de las sectas más peligrosas de Hollywood.
Según los «Niños de Dios», el diablo odia el sexo.

Bajo tantos cómics y palabrería, se escondían dos pérfidas intenciones: convertir a las mujeres de la secta en un harén para sus líderes (nada nuevo bajo el Sol) y conducir a los niños hacia la prostitución infantil, con la que la secta podía ganar indecentes cantidades de dinero. Por suerte para sus hijos, el señor y la señora Bottom no permanecieron ciegos ante la evidencia.

Para salvar a sus hijos de un terrible destino, los Bottom huyeron de Venezuela con lo puesto. Y para evitar que la secta pudiera seguirles, embarcaron como polizones en un barco mercante, que les llevaría de vuelta a Estados Unidos. En aquella travesía fue cuando decidieron cambiar de apellido, escogiendo uno con el que expresar que reiniciaban sus vidas, renaciendo de sus cenizas cual Ave Fénix. Por eso los Bottom se convirtieron en los Phoenix, al desembarcar en suelo estadounidense. En esa travesía es donde (re)nacieron River y Joaquin Phoenix.

Joaquin y River Phoenix, superada ya su etapa en los "Niños de Dios".
River y Joaquin, ya desvinculados de los «Niños de Dios».

El destino fue cruel con River Phoenix, y una sobredosis de drogas se lo llevó ante los ojos de Joaquin, sin que el hermano pequeño pudiera hacer nada para salvarlo. Hoy, Joaquin Phoenix es uno de los mejores actores del mundo, capaz de utilizar sus vivencias en los «Niños de Dios» para bordar su papel en la película «The Master». ¿Y en qué se inspira «The Master»?

En la Cienciología, por supuesto.

1 / La Cienciología de Tom Cruise: la indiscutible número uno en la lista de las sectas más peligrosas de Hollywood

Quizá lo más peligroso de la Cienciología es que parece que ya se ha dicho todo sobre ella, y que no hay más que rascar. Que Tom Cruise es rarito, sí, pero lo aceptamos porque suele hacer buenas películas (hola, Ethan Hunt) y porque tiene cara de bueno. Y porque, al fin y al cabo, uno puede creer en lo que quiera.

¿Y en qué cree, o dice creer, la Cienciología? En el Cielo en la Tierra.

Dicho de otro modo, los cienciólogos no te piden que esperes a morirte para alcanzar la Gloria en el Más Allá. Te prometen que ellos te la van a dar en el Más Acá, o al menos que podrás alcanzarla si sigues sus consejos. Que progresarás y medrarás en cualquiera que sea tu trabajo, que con ellos llegarás a lo más alto. Pero ojo, porque por el camino se irán encargando de que les de todo tu dinero. Y tu vida.

Tom Cruise en la sede de Cienciología en Madrid.
Tom Cruise, en la sede de Cienciología en Madrid. Sí, también están aquí.

El truco de inicio es sencillo. Como tantos otros, Cienciología y Dianética (su otro nombre comercial) ofrecen cursos de autoayuda y progreso personal con los que limpiarse de lastres del pasado, hasta ser verdaderamente «Clear» y alcanzar así «El Puente«: el paso a otro nivel de la vida, y de la percepción de uno mismo en el mundo. Todo muy estupendo.

El problema es que para ser «Clear» hay que hacer una interminable serie de cursos, comprando una interminable serie de materiales. Casi todos escritos (o eso dicen) por el fundador de la Cienciología, L. Ron Hubbard. Un hombre que, si hay que hacer caso a los cienciólogos, escribió unos 600 libros en sus 74 años de vida, además de ser físico nuclear, poeta, pintor y filósofo. O supo aprovechar muy bien su tiempo, o aquí alguien miente.

L. Ron Hubbard, fundador de la Cienciología.
El creador de la Cienciología, Lafayette Ronald Hubbard. Normal que firmara como L. Ron.

En fin, que los materiales y cursos de Hubbard cuestan un dineral. ¿Cómo pagarlos, si no eres Tom Cruise? Fácil: trabajando gratuitamente para la Cienciología. ¡Así podrás pasar todo tu tiempo con ellos, colaborando además con la más noble de las causas espirituales! Y de paso, estarás siempre rodeado de Cienciólogos, vivirás con ellos y para ellos, lavarán tu mente y te convertirán en su esclavo, y en su fuente de ingresos. Keith Raniere y los «Respiracionistas» no inventaron nada.

¿Cuál era el premio por completar todos los cursos y ofrecer tu vida y tu fortuna a la Cienciología? La revelación final del sentido del Universo. En su día, esa revelación era el secreto mejor guardado del mundo, y sólo quienes habían recorrido todos y cada uno de los pasos en «El Puente» tenían derecho a descubrirlo. Por supuesto, llegados a ese punto tenían el seso tan sorbido que se habrían creído cualquier «secreto» que les contaran.

Lo malo, para la Cienciología, es que hoy en día ese antaño inalcanzable secreto está al alcance de cualquiera en Internet. Podemos buscarlo en páginas críticas con la secta, o podemos dejar que nos lo expliquen los chicos de «South Park», que lo hicieron maravillosamente en el vídeo bajo estas líneas. Al que tuvieron que añadir un letrero en el que pone «Esto es lo que realmente cree la Cienciología», porque la colección de disparates es de tal calibre que no hay forma de distinguir las creencias cienciólogas de las bromas habituales de «South Park». Ahí va:

La gran doctrina de la vida según la Cienciología, en sólo 2 minutos 20 segundos.

Alucinante, ¿verdad? Aunque, en defensa de la Cienciología, también podríamos decir que la historia narrada en el vídeo no es más disparatada que la de cierto hijo de carpintero, nacido del vientre virgen de una madre inseminada por un Ángel, muerto y resucitado tres días más tarde, sin dejar pruebas tangibles de tan insólito acontecimiento. Es lo que tiene la fe, que cuanto menos lógica tiene la historia más épica parece.

Pero en fin, nos habíamos quedado en que el cienciólogo «random» se deja su salud y su fortuna para que finalmente le descubran ese gran secreto. Pero, ¿qué pasa cuando eres Tom Cruise y te sale el dinero por las orejas? ¿Con qué te atrapa la Cienciología, si no vas a tener deudas con las que te encadenen en su rueda? Para eso están, queridos amigos, las AUDITACIONES.

En la mística de Ron Hubbard, las auditaciones son sesiones destinadas a librarte de los fantamas del pasado (o extraterrestres del presente, o lo que sea) para poder ir dejando tus lastres atrás y acercarte a ser «Clear». Todo ello, medido científicamente (ejem) con un aparatito llamado «E-Metro» que mide tu flujo de «pensamientos turbios». Un chisme con una agujita, vaya.

El E-Metro: el invento maestro de una de las sectas más peligrosas de Hollywood.
Un E-Metro. O como lo llaman algunos, un polígrafo tuneado.

El usuario agarra dos electrodos, uno en cada mano, y el «flujo eléctrico» del cuerpo hace oscilar la aguja cuando hablamos de algo que nos pone nerviosos. Quizá estéis pensando que ese aparato ya estaba inventando, con el nombre de «polígrafo»… y tendréis razón. Pero la versión ciencióloga del invento es más bonita y futurista. Y para que funcione debes escarbar en tu memoria, y contar toda tu vida y tus secretos. Especialmente los más sórdidos y oscuros. Los que te hagan sentir culpable.

Y cuando en Cienciología han tomado nota de todo ello… no te quepa duda de que lo usarán contra tí, para que jamás en tu vida vayas a desmarcarte de su fe si no quieres que el mundo entera sepa lo que no quieres que nadie sepa. Así lo han explicado antiguos cienciólogos huidos de la secta. Y así es como, dicen, han conseguido que John Travolta siga siendo cienciólogo desde hace 40 años. Para que nadie descubra lo que de verdad le gusta al actor en su vida íntima, deducible de la foto de abajo. Besos también para tí, John.

John Travolta saludando a un amigo.
John Travolta se despide afectuosamente de un amigo.

¿Pero qué pasa con Tom Cruise? ¿Por qué sigue él en la Cienciología, cuando parece probado que sus creencias le han costado dos divorcios? De Nicole Kidman y de Katie Holmes; su primera esposa, Mimi Rogers, ya era ciencióloga cuando la conoció.

Y lo que es peor: su fe le ha costado también una, llamémosla así, orden de alejamiento de facto de su propia hija, que hace que lleve años sin ver a Suri Cruise. ¿Tan grandes y terribles son los secretos de Tom que la Iglesia de la Cienciología conoce? ¿O es que el actor, sencillamente, es un devoto convencido?

La actriz Leah Remini, otra ciencióloga arrepentida, dice que a Tom le han lavado el cerebro. Otros dicen que ya lo traía lavado de casa, y que no es casualidad que actualmente sea el número 2 de la Iglesia de la Cienciología, sólo por debajo del actual gran líder, David Miscavige (Ron Hubbard falleció en 1986).

Sea lo que sea, cuidado con la Cienciología. Prometer el Cielo en el Más Acá tiene indudables ventajas sobre cualquier otra religión, pero ese Cielo acaba pareciéndose demasiado al mismo que prometen los «Niños de Dios», Keith Raniere, «Rearme Moral», la «Familia Arcoiris», los «Respiracionistas» o el «PTL Club». El Cielo para unos pocos, el Infierno para todos los demás. Así son, y así se comportan, las sectas más peligrosas de Hollywood.

Author

Dr. Rumack

Volando de cine en cine desde 1975, aterrizo en "Sesión Doble" con un doble objetivo: hablar de cine, y hablar de televisión. Disfruta con nosotros, opina lo que quieras y critica lo que te parezca: todo es bienvenido. Pero por favor: no me llames Shirley.

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